Miércoles 30 de sept. de 1998

 








 

 

EDITORIAL
La amenaza de los busitos colegiales o "diablillos amarillos"

Apesar de los severos cuestionamientos que se han hecho contra los conductores de transportes colegiales y que el público llama "diablillos amarillos", el Ministerio de Educación y la Dirección del Tránsito no han reaccionado con efectividad ante este problema que amenaza con agudizarse.

En enésimas ocasiones se han recibido denuncias que estos conductores saturan de pasajeros a las unidades rodantes y, aun por sobre la capacidad del busito colegial, transportan adultos, por lo que los estudiantes tienen que viajar como "sardinas en lata", según la expresión popular.

Otras críticas que se les hacen a numerosos choferes de los "diablillos amarillos" es la excesiva velocidad con que conducen, los vidrios ahumados y las bocinas con un volumen superior a los 85 decibeles. Como se podrá observar, hay anomalías en este sector y se impone que las autoridades correspondientes tomen ya cartas en el asunto.

Los que contratan este servicio han tenido que padecer el cobro ilegal de vacaciones que tienen que pagar, inexplicablemente, los usuarios. Tal práctica es un abuso, pero se ha postergado una acción eficaz para eliminar este privilegio que unilateralmente se han concedido los choferes-propietarios de estos transportes colegiales.

Los que alquilan o contratan este servicio, en su gran mayoría no son personas ricas. Son padres de familia que buscan la seguridad y comodidad de sus hijos para transportarlos a la escuela, pero parece que no hay reglamentación al darle la concesión de este servicio.

Hace algunos meses protestamos por el abuso de la Gobernación de Panamá al cobrarle una determinada cantidad de dinero a cada busito colegial que traspasara el Puente de las Américas, un impuesto sin fundamento y a todas luces ilegal. Ahora abogamos para que haya seriedad en los transportes colegiales, ya que son numerosas las quejas que se reciben porque el servicio es deficiente.

Los buses "diablos rojos" y muchos taxistas que siguen escogiendo carreras y se niegan a llevar pasajeros, constituyen la pesadilla del transporte selectivo y colectivo. Los "diablillos amarillos" se han sumado ahora a esta situación porque las autoridades tolerantes han permitido que este mal endémico avance. Lo peor es que no reaccionan frente a esta irritante situación.

Llamamos una vez más la atención sobre este problema que puede agravarse. Parece que nuestras autoridades sólo van a despertar de su letargo cuando el pueblo se tome la justicia por sus propias manos y decida hacer respetar sus derechos. Ya los usuarios están fastidiados de tanto manejo desordenado, pero quienes tienen que intervenir están ciegos, sordos y mudos.

Eviten jugar con candela. Un padre de familia tiene una reacción más fuerte cuando le tocan sus hijos. Hacer caso omiso de ello, es una provocación insensata.

 

 

 

 


 

AYER GRAFICO
Equipo de beisbol profesional Spur Cola representó a Panamá en la Serie del Caribe.


CREO SER UN BUEN CIUDADANO
Sin embargo, soy irresponsable al cruzar las calles.


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