Miembros de una secta religiosa sacrificaron a una perra en la comunidad de Palmar Sur, distrito de Barú y luego procedieron a asarla a orillas de la playa y se le comieron posteriormente. "Jackie", una perra blanca, fiel e inseparable amiga de los miembros de la familia de Domingo Saldaña, se convirtió el lunes en la cena de ocho religiosos extranjeros. "A mí me duele tanto que hayan matado a mi perrita, la traje de Panamá, le ponía sus inyecciones al día, la tenía desparasitada y estaba bien alimentada", indicó el afligido Saldaña.
Agregó que cuando le avisaron ya era muy tarde, porque los miembros de la congregación se habían marchado y sólo encontró la cabeza y la cola de la perra. Mientras que Disnarda Quiel, observó cuando pasó el grupo de personas para la playa y llevaban a la perrita amarrada con un hilo. Luego uno de ellos subió y le pidió prestado un machete; ella jamás imaginó que era para matar a "Jackie".
Quiel indicó que su hermano bajó a dejar una basura, pero se encontró con la dantesca escena de que ya habían despellejado al animal; luego ella y otra hermana se dieron cuenta de que estaban asándola, le sacaron algunas hilachas y le ponían salsa china y procedieron a comérselas. Incluso dos miembros del grupo se acercaron a ellas y les ofrecieron la carne de la perra. |