EDITORIAL
La Democracia Cristiana en la encrucijada
Eoy, en un lugar no anunciado,
se reúnen los delegados nacionales de la Democracia-Cristiana, para
decidir, luego de varios días de análisis y estudio, si recomiendan
o no a la membresía partidaria el escogimiento del Ingeniero Alberto
Vallarino Clement, como abanderado de la candidatura presidencial, de acuerdo
a propuesta que el político hizo llegar al partido verde.
La Democracia-Cristiana, desde los años iniciales de su formación,
en la década de los años sesenta, se caracterizó por
abanderar y reclamar comportamientos de integridad, de ética política,
de civilidad; al extremo de expulsar entonces, al único diputado
salido de sus filas, por desviación y apartamiento de las posiciones
ideológicas del movimiento partidario; y asímimo se negó
a firmar credenciales de diputados espúreos, salidos de connivencias
censurables.
En tales derroteros, el partido de los "verdes" liderizó
jornadas libertarias, de afirmación ciudadana, contra los castrenses
encaramados en el mando público, y militantes y activistas de sus
filas soportaron represión, persecusión y castigos, perdiendo
bienes personales, siendo obligados a sufrir el exilio y el destierro.
El gobierno de reconstrucción endarista contó con centenares
de funcionarios democratacristianos: la coyuntura de desacuerdos surgidos
en el ejercicio de las labores burocráticas llevó a la renuncia
de personeros de cúspide y mando; que entonces en el homiciclo parlamentario
hicieron oposición y levantaron protestas.
Las elecciones de 1994 contaron con candidatura democratacristiana en
la persona del Ingeniero Eduardo Vallarino, los resultados adversos redujeron
las curules del partido, a un legislador solitario, en descalabro electoral
que raya en tragedia.
En las perspectivas de los próximos comicios, la Democracia-Cristiana
invitó a las fuerzas políticas opositoras a integrar una alianza
y formalizar un plan de desarrollo que contenga el programa de gobierno
de tal unión; sin embargo, transcurridos dos años de labores
comunes y reiterados documentos unionistas, la Democracia-Cristiana atisba
ahora separarse de la Unión por Panamá.
La decisión es una encrucijada; algunos analistas previenen un
drástico rechazo demócrata cristiano en las urnas, ante la
pérdida de la imagen ética, respetuosa de la palabra, defensora
de las libertades que caracteriza al partido en el seno popular; resultas
que pudieran llevar a la extinción por insuficiencia de sufragios
al partido verde, si votaran Sí.
Sin embargo, la votación pudiera rechazar la propuesta y mantener
los compromisos y la palabra empeñada, con lo cual el partido acrecentaría,
con vigor, sus estimas y membresías en el pueblo elector.
En sintésis, hoy, los resultados definirán un futuro de
oscuridad, o de luz y prez, en la Democracia-Cristiana.
|
|
AYER GRAFICO |
Scouts de Panamá se reúnen en la Plaza de Francia en las efemérides
patrias. |
|