INQUIETUDES
Ran Runnels, el vaquero que limpió a Panamá de asaltantes
y colgó a 7
Ran Runnels
no fue producto
de la fantasía.
Existió realmente
y puso orden
en Panamá.
Antonio Díaz
Crítica en Línea
En el año 1854, casi
en las postrimerías de la construcción del Ferrocarril Transístmico,
una ola de salteadores inundó el Camino de Cruces, la vía
más importante para trasladarse de una costa a otra.
La llamada fiebre del oro en California provocó que miles de aventureros
prefirieran la ruta del istmo para llegar al oeste norteamericano. A la
par de los que venían atraídos por el espejismo del brillo
áureo de California, estaban también una gran cantidad de
forajidos que se dedicaban a asaltar a los viajeros que usaban el Camino
de Cruces, por lo que las autoridades nacionales se vieron en la necesidad
de contratar un vaquero del oeste norteamericano llamado Ran Runnels.
Fue tal la efectividad de Ran Runnels que en un solo día colgó
a siete asaltantes. Como reconocimiento a su labor de haber reducido la
acción criminal de los salteadores, los comerciantes de Panamá
testimoniaron en diversas formas su gratitud a los promotores de esta labor
policiva, correspondiendo al señor Zachrisson, el Coronel Gabriel
Neira y el propio Ran Runnels, los valiosos objetos como fueron un jarrón
y una bandeja de plata.
A partir de 1854, gracias a este trío de ciudadanos, la ruta interoceánica
quedó limpia de bandoleros dando seguridades al comercio y a las
ciudades de Panamá y Aspinwall, como se llamaba entonces Colón.
El Ferrocarril fue inaugurado en el año 1855.
Los nombres de estos tres meritorios ciudadanos, lamentablemente, no
aparecen registrados por nuestros historiadores y menos la labor de profilaxis
que hicieron para que el Ferrocarril fuera una realidad. Incluso, se ignora
sobre el destino de los objetos que se le entregaron al señor Zachrisson
como premio a su jornada de valía.
El primer relato sobre Ran Runnels lo leí en una vieja revista
"Bohemia", de la era precastrista. Después, lo lo volví
a ver publicado en el diario "El Día" allá por el
año 1963.
Hubo una época en Panamá que las películas de vaqueros
y bandidos estaban de moda, pero nunca se hicieron eco de la labor de Ran
Runnels en nuestro país. En los años cincuenta se exaltaban
las figuras de Roy Rogers, Gene Autry, Hopalong Cassidi, Red Ryder, Allan
(Rocky) Lane, Bill Elliot, Tom Mix, y otros que eran los héroes de
la muchachada en nuestra lejana juventud que la concientizaban que los indios
sioux, cheyenne y apaches eran los "malos" de la película,
y Custer y los vaqueros eran los "buenos".
Ran Runnels será siempre un fugitivo de la gloria en nuestra historia
porque se perdió en el tiempo y la distancia y no hay huellas de
él. Me interesé sobre este vaquero por casualidad, ya que
investigaba sobre la guerra civil norteamericana y con quién mostró
sus simpatías Panamá en este conflicto, si con los confederados
o con las tropas victoriosas del Norte. La alineación política
de Panamá en la guerra de secesión es un tema del que tan
poco se refieren a nuestros historiadores que tenemos que escudriñar
en otras fuentes.
Pienso profundizar en mis investigaciones. He seguido las huellas del
piloto norteamericano Jimmy Angel, que desde un bar en Panamá planificó
el viaje que lo llevó a descubrir el salto o la catarata más
alta del mundo, en Venezuela. También me propongo informar más
sobre los ilustres compatriotas Dr. Manuel de Antequera y Castro y Fernando
Mompox y Zayas, los panameños héroes del movimiento libertador
"Los comuneros del Paraguay". Pero esos serán temas de
otra columna y de dos libros inéditos. Nos proponemos llenar ese
vacío histórico.
Cuando leí en un periódico que estaban por filmar "La
libertadora del Libertador", de la doctora Concha Peña, basada
en la vida de Manuelita Sáenz, me complació mucho que una
obra editada en Panamá la lleven a la pantalla. Ese rescate de figuras
meritorias olvidadas de la historia es encomiable. Y así como en
otros países se filma la vida de Manuelita Sáenz, ojalá
que algún día se reediten las obras de nuestros próceres
y preclaros ciudadanos.

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