La falsa alarma de un derrame de productos químicos en los laboratorios de la Caja de Seguro Social (CSS), ubicados en el edificio 1015, en Curundú, puso en corredera a funcionarios de esta institución, quienes pensaban que se trataba de sustancias tóxicas a la salud.
Los fuertes olores que provocaron alergia a varios empleados del Seguro, eran a causa de una serie de galones que contenían sustancias utilizadas para el servicio de "diálisis", pero que están vencidas desde 1998.
Carlos Rodríguez, director de Compra y Abastos de la CSS, reveló que no hubo ningún tipo de derrame, y que lo único que se dio fue el traslado de estos galones a un sitio más seguro para posteriormente destruirlos.
El funcionario de la CSS precisó que se decidió mover los mencionados envases, ya que congestionaban el estacionamiento y al transportarlos con el equipo mecánico, algunos de ellos se rompieron y dejaron percibir el olor que provocó la falsa alarma.