Las manifestaciones pacíficas protagonizadas por losmonjes budista y civiles en Rangun, Myanmar, se tornaron violentas ayer, cuando Policías y soldados birmanos utilizaron bastones y gases lacrimógenos para impedir el avance de la marcha por las calles de esta ciudad.
Los soldados abrieron fuego contra unos 200 monjes budistas que marchaban junto a miles de civiles hacia la pagoda de Sule, y el resultado fue una persona muerta, 20 heridos, y decenas de monjes detenidos.
Por otro lado, las tropas, armadas con ametralladoras, acordonaron varios monasterios, entre ellos las pagodas de Shwedagon y Sule, las más importantes de Rangún, además de otros lugares donde pueden celebrarse manifestaciones.
Por su parte, monjes birmanos y Generación de Estudiantes del 88 aseguraron que continuarán con las protestas contra la Junta Militar y que no cederán ante las los intentos de intimidación del régimen. Ayer era el noveno día que se realizaban protestas.