FAMILIA
Alcohol y Tabaco, destructores de nuestra juventud
Dr. Joaquín Cázares
"¡Dos peligrosos asesinos andan sueltos!"
¿Qué haríamos
si supiéramos que están en nuestro vecindario? ¿Cuidaríamos
a nuestra familia? ¿Protegeríamos a nuestros hijos? Es obvio
que sí, que buscaríamos ayuda, que nos uniríamos como
comunidad para defendernos desesperadamente de esos dos terribles enemigos.
Son el alcoholismo y el tabaquismo, dos tremendos azotes que causan más
víctimas que todos los suicidios y crímenes que ocurren en
las calles de los Estados Unidos; más muetes que el SIDA y el cáncer
juntos.
Quisiera tener una elocuencia superlativa, para que usted, al leer estas
líneas, decidiese no fumar nunca más, ni tomar alcohol en
ninguna forma.
Millones y millones de hombres y mujeres en todo el mundo han sido esclavizados
por una o ambas drogas, las que no sólo dañan el cerebro,
el hígado y los pulmones, sino que son la causa de miles de crímenes,
violaciones, robos, agresiones, cantidad de accidentes automovilísticos
y un sin fin de desgracias de todo tipo.
A usted y a mí nos ha tocado vivir en una sociedad materialista,
liberal y muy complaciente. No sé cómo se siente usted, pero
a mí me angustia observar la pasividad de muchas personas que contemplan
cómo nuestra juventud está siendo destruida prematuramente
y no hacen nada. Pareciera que están hipnotizados y que no le dan
importancia a lo que ocurre. Muchos padres se limitan a decir: "Bueno,
mi hijo(a) sólo bebe cerveza", "Mi hijo(a) sólo
fuma cigarrillos".
Estimado lector, el alcohol y el tabaco son dos asesinos gemelos e implacables.
Cuando entran a nuestro maravilloso organismo lo dañan en forma progresiva
y finalmente lo destruyen. ¿Cuántos son atrapados en sus redes,
especialmente entre la población joven?
Aunque parezca mentira, sólo en los Estados Unidos hay cerca de
"11 millones de estudiantes entre 7o. y 12o. grados que beben, y casi
2 millones de jovecintos que van de parranda cada fin de semana".
Como educador de la salud, me preocupa profundamente que hoy día
tantos jóvenes toman bebidas alcohólicas para manejar su estrés
o su aburrimiento. Antes se decía que se bebía por presión
de los amigos, pero esto ha pasado a segundo término; ahora los jóvenes
toman en fiestas o estando solos. ¿Por qué? En gran medida
porque son controlados por avisos publicitarios distorsionados que presentan
la bebida como la solución de sus problemas. "Beba de esta marca
y tendrá más fuerza". "Beba y se sentirá
más tranquilo". "Beba y gozará más de la
vida". Abundan los avisos mentirosos que enredan a nuestros jóvenes,
y peor aun cuando relacionan la bebida con sus "héroes"
-ya sea figuras sobresalientes del deporte o bellas mujeres que apelan al
sexo-, y los presentan gozando de la vida gracias a las bebidas alcohólicas,
como si eso fuera la mayor fuente de felicidad.
Las estadísticas nos dicen que "el abuso de alcohol en 1990
le costó a los Estados Unidos 66.000 vidas, y $136 billones de dólares".
¿Cuánto no será el costo de vidas y dinero en el mundo
entero?
El alcohol es mucho más que una droga o que la causa de cirrosis.
Es sinónimo de crímenes, de robos, de suicidios, de relaciones
sexuales ilícitas, de fácil contagio del SIDA... !El alcohol
es muerte! Debemos decir esta cruda verdad a nuestros niños y jóvenes
a fin de salvar a la siguiente generación.


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