Lunes 21 de sept. de 1998

 








 

 

FAMILIA
Alcohol y Tabaco, destructores de nuestra juventud

Dr. Joaquín Cázares

"¡Dos peligrosos asesinos andan sueltos!"

¿Qué haríamos si supiéramos que están en nuestro vecindario? ¿Cuidaríamos a nuestra familia? ¿Protegeríamos a nuestros hijos? Es obvio que sí, que buscaríamos ayuda, que nos uniríamos como comunidad para defendernos desesperadamente de esos dos terribles enemigos. Son el alcoholismo y el tabaquismo, dos tremendos azotes que causan más víctimas que todos los suicidios y crímenes que ocurren en las calles de los Estados Unidos; más muetes que el SIDA y el cáncer juntos.

Quisiera tener una elocuencia superlativa, para que usted, al leer estas líneas, decidiese no fumar nunca más, ni tomar alcohol en ninguna forma.

Millones y millones de hombres y mujeres en todo el mundo han sido esclavizados por una o ambas drogas, las que no sólo dañan el cerebro, el hígado y los pulmones, sino que son la causa de miles de crímenes, violaciones, robos, agresiones, cantidad de accidentes automovilísticos y un sin fin de desgracias de todo tipo.

A usted y a mí nos ha tocado vivir en una sociedad materialista, liberal y muy complaciente. No sé cómo se siente usted, pero a mí me angustia observar la pasividad de muchas personas que contemplan cómo nuestra juventud está siendo destruida prematuramente y no hacen nada. Pareciera que están hipnotizados y que no le dan importancia a lo que ocurre. Muchos padres se limitan a decir: "Bueno, mi hijo(a) sólo bebe cerveza", "Mi hijo(a) sólo fuma cigarrillos".

Estimado lector, el alcohol y el tabaco son dos asesinos gemelos e implacables. Cuando entran a nuestro maravilloso organismo lo dañan en forma progresiva y finalmente lo destruyen. ¿Cuántos son atrapados en sus redes, especialmente entre la población joven?

Aunque parezca mentira, sólo en los Estados Unidos hay cerca de "11 millones de estudiantes entre 7o. y 12o. grados que beben, y casi 2 millones de jovecintos que van de parranda cada fin de semana".

Como educador de la salud, me preocupa profundamente que hoy día tantos jóvenes toman bebidas alcohólicas para manejar su estrés o su aburrimiento. Antes se decía que se bebía por presión de los amigos, pero esto ha pasado a segundo término; ahora los jóvenes toman en fiestas o estando solos. ¿Por qué? En gran medida porque son controlados por avisos publicitarios distorsionados que presentan la bebida como la solución de sus problemas. "Beba de esta marca y tendrá más fuerza". "Beba y se sentirá más tranquilo". "Beba y gozará más de la vida". Abundan los avisos mentirosos que enredan a nuestros jóvenes, y peor aun cuando relacionan la bebida con sus "héroes" -ya sea figuras sobresalientes del deporte o bellas mujeres que apelan al sexo-, y los presentan gozando de la vida gracias a las bebidas alcohólicas, como si eso fuera la mayor fuente de felicidad.

Las estadísticas nos dicen que "el abuso de alcohol en 1990 le costó a los Estados Unidos 66.000 vidas, y $136 billones de dólares". ¿Cuánto no será el costo de vidas y dinero en el mundo entero?

El alcohol es mucho más que una droga o que la causa de cirrosis. Es sinónimo de crímenes, de robos, de suicidios, de relaciones sexuales ilícitas, de fácil contagio del SIDA... !El alcohol es muerte! Debemos decir esta cruda verdad a nuestros niños y jóvenes a fin de salvar a la siguiente generación.

 

 

 

 



 

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