Salud: un derecho irrevocable del ser humano
Alejandra Araúz J.
Colaboración
Cuando en 1940 se creó
la Caja de Seguro Social, que al cabo de un tiempo adoptara como lema "Salud
igual para todos", se hizo con la intención de que esa institución
cubriera las necesidades de salud de un sector importante de la población
panameña, la fuerza laboral, los cotizantes y sus beneficios.
El Ministerio de Salud continuaría atendiendo a la población
no cotizante y en un esfuerzo por alcanzar a aquellos panameños no
asegurados, pero residentes en zonas donde la CSS contaba con infraestructura,
se instituyó entonces el Sistema Integrado de Salud.
Pero hay un grupo de personas, que no cotizan y sus costos de atención
médica están incluidos en el presupuesto del Ministerio de
Gobierno y Justicia. Nos referimos a la población penal de todo el
país, que a través del Departamento de Salud Penitenciaria
de la Dirección Nacional de Corrección, se suplen las necesidades
de la más de ocho mil personas que ocupan un par en alguna de las
53 cárceles del país.
Lamentablemente, el Ministerio de Gobierno y Justicia no cuenta con suficientes
recursos para cubrir al ciento por ciento todas las necesidades médicas
de la cada vez más creciente población penal, que sin afán
de denigrarla, hay que recordar que su situación de detenido debe
a alguna falta o delito cometido.
Ante esta situación, la escasez de fondos, se hace necesario que
el Estado encuentre los recursos económicos para cumplir el deber
adquirido por mandato constitucional, en el artículo 28 de la carta
magna, que dice: "El sistema penitenciario se fundamenta en principios
de la sociedad".
En este sentido, en noviembre de 196, el Gobierno Nacional suscribió
un convenio de cooperación, a tres años, con el gobierno de
España y el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD),
con el propósito de implementar el proyecto "Asistencia al sistema
de Ejecución de Penas y Rehabilitación del Recluso".
El convenio en general, busca instalar una adecuada planificación
y ejecución de un plan integral de reforma penitenciaria y mejorar
las comunicaciones entre el Organo Judicial y el Ministerio Público.
Por otro lado, el convenio, a través del su proyecto No. 4, también
contempla la creación de un Plan Primario de Salud como respuesta
a la responsabilidad del sistema penitenciario de velar por la vida y salud
del interno.
Metas alcanzadas a través de este proyecto han sido la rehabilitación
y equipamiento de clínicas médicas en varios centros penitenciarios,
así como la implementación de proyectos educativos, de rehabilitación
y capacitación, orientados a la resocialización del detenido.
Un logro concreto de este convenio fue la reciente inauguración,
a un costo de nueve mil quinientos balboas, de la Clínica Médica
del Centro de Detención de Tinajitas; la cual cuenta con una sala
de observación, tres camas, sillas de ruedas, un área de atención
de urgencias y cirugía menor, área de consulta médica
y odontológica, enfermería, medicamentos y todos los equipos
necesarios para brindar a la población penal del centro la atención
primaria.
El personal médico de la clínica lo componente una enfermera,
dos paramédicos, quienes son permanentes y un doctor que atiende
las consultas dos veces a la semana. Adicionalmente dos especialistas, un
dermatólogo y un odontólogo, apoyan también en la atención
de los internos.
Al respecto, el Ministro de Gobierno y Justicia, Rapul Montenegro Diviazo,
dijo durante la inauguración de la clínica: "Son pasos
que en estos cuatro años hemos venido avanzado en el mejoramiento
del sistema penitenciario panameño. Hoy día en este Centro
de Detención de Tinajitas hay una clasificación de los detenidos
y con la instalación de esta clínica se les va a poder brindar
la atención médica necesaria de manera que, este grupo de
panameños, que tienen que pagar una pena a la sociedad porque han
cometido un delito, se les brinde la atención que requieren".
Cabe destacar que la Región de Salud de San Miguelito, del Ministerio
de Salud, contribuye al buen desenvolvimiento de las gestiones de la Clínica
del Centro de Detención de Tinajitas, pues se encargan de realizar
los exámenes de laboratorios y donar medicamentos periódicamente.
Para la Directora Nacional de Corrección, Marta Stanziola de Rincón,
desde el momento en que hay una clínica con todas las comodidades
y con todos los requerimientos sanitarios que existe una atención
clínica, se podrá cubrir al cien por ciento las necesidades
básicas de tipo médico que se puedan presentarse en el centro,
por ejemplo, las camas van a permitir efectuar hospitalizaciones para casos
de aislamiento de enfermos con afecciones infectocontagiosas, que no son
enfermedades graves, pero es necesario aislar al enfermo para evitar que
contagie a otros internos.
Se tiene proyectado, para finales del presente año, haber reforzado
las facilidades médicas de otros centros penitenciarios del país,
principalmente aquellos de mayor población penal, como lo son La
Joya y La Joyita.
Este tipo de iniciativas, como lo son el Proyecto de Asistencia de Ejecución
de Penas y Rehabilitación de Recluso, que requiere al trabajo conjunto
y coordinado entre el Estado, organismos internacionales y gobiernos extranjeros,
son las alternativas viables para la solución de problemas, que si
bien es cierto no afectan a una gran cantidad de personas, sí beneficia
a toda una población penitenciaria y a las familias de éstos.
La salud, es un derecho irrevocable del ser humano. La privación
de la libertad no impide al individuo a que merezca una atención
médica.


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Ante la escasez de fondos se hace necesario que el Estado encuentre los
recursos económicos para cumplir el deber adquirido por mandato constitucional,
en el artículo 28 de la Carta Magna que dice, "El sistema penitenciario
se fundamenta en los principios de seguridad, rehabilitación y defensa
social". |

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