Un juicio que se celebrará dentro de una semana en Nueva York podría revelar nuevos aspectos íntimos de los últimos años de la vida de John Lennon, incluidos detalles sobre su tensa relación con su compañero de The Beatles, Paul McCartney.
El juicio se produce tras la demanda que presentó Yoko Ono, la viuda de Lennon, contra Frederic Seaman, un ayudante personal del músico fallecido, por el presunto robo y comercialización de 374 fotos de la familia y de varias cartas manuscritas del artista.
Varias de las fotografías ya fueron incluidas en un libro publicado por Seaman, "Los últimos días de John Lennon", en las que el músico aparece tocando la guitarra, celebrando el quinto cumpleaños de su hijo Sean o relajándose en un sillón de su casa.
Pero otras 300 fotos permanecen inéditas, así como cartas como la que Lennon escribió a Paul y Linda McCartney, en la que les acusa con dureza de no aceptar su relación con Yoko Ono.
En un fragmento difundido, Lennon escribe: "Espero que se den cuenta de la mierda que ustedes y el resto de amables y egoístas amigos nos han echado a Yoko y a mí desde que estamos juntos".
En otra carta, invita al guitarrista y cantante Eric Clapton a unirse a un viaje a bordo de un crucero: "Conseguimos que EMI o alguna productora financie el barco con 30 personas a bordo, ensayamos por el camino, grabamos si queremos y tocamos en cualquier lugar que nos apetezca".
El músico de Liverpool (Reino Unido) expresa su deseo de volver a realizar una gira, "pero no de la manera en la que solía hacerlo con The Beatles, que era una tortura, noche tras noche".
Yoko Ono afirma que Seaman ha sido "una permanente fuente de daño" para su familia desde que Lennon fue asesinado el 8 de diciembre de 1980 en las inmediaciones de su domicilio en Nueva York, y espera que el juicio le permita recuperar los citados documentos.
Seaman, por su parte, manifestó a la edición del diario "The New York Post" que llegó a un acuerdo con Lennon, según el cual "podría guardar las diapositivas que tomara y darle sólo copias de las mejores".
Según Seaman, él formó parte del entorno más cercano del "beatle" asesinado y tenía la confianza total de la pareja hasta el punto que, en muchas ocasiones, era el encargado de comprarles droga.
"Son mis fotos", dijo el ayudante, que siguió trabajando para Yoko Ono hasta 1983, tres años después de la muerte de Lennon, cuando la viuda lo despidió y acusó de explotar económicamente su estrecha relación con uno de los mitos culturales del siglo XX. |