La Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe (IED) en 2001, disminuyó por segundo año consecutivo, según el Wold Investment Report 2002 de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD). La región recibió 85.000 millones de dólares en 2001, un 11% menos que en 2000, y un 22% por debajo de la cifra máxima de 1999, pero casi debajo de la media de la década de 1990.
Dos importantes países receptores resultaron afectados con esta caída de las entradas de IED, como Brasil y Argentina. En el Brasil, el programa de privatizaciones que supuso al país cuantiosos flujos de IED en los años anteriores, prácticamente se interrumpió. En la Argentina, los flujos de IED, que fueron considerables durante los casi tres años de recesión, se volvieron negativos en el último trimestre de 2001.
Aunque son muy pocas las empresas transnacionales (ETN) que han decidido abandonar el país, la mayoría se han mostrado renuentes a invertir más dinero en la Argentina en el primer semestre de este año. Al mismo tiempo, la crisis ha proporcionado una oportunidad de adquirir a un precio ventajoso empresas argentinas en dificultades financieras, como ha hecho la empresa estatal brasileña Petrobrás al comprar por 1.100 millones de dólares una participación mayoritaria en la empresa petrolera Pérez Compac.
Los flujos de IED a Venezuela también disminuyeron un 24%, hasta los 3.400 millones de dólares, en medio de las inquietudes que suscita la estabilidad política y económica del país. Sin embargo, la mayoría de las economías de la región están recibiendo porcentajes de las entradas mundiales que exceden sus respectivas proporciones del PIB mundial.
México, con una cifra de 25.000 millones de dólares, duplicó sus entradas, superando al Brasil y convirtiéndose así en el mayor receptor de IED de la región por primera vez desde 1995 (gráfico). El aumento se debió sobre todo a la adquisición de Banamex por Citigroup por la suma de 12.500 millones de dólares, la segunda mayor operación de adquisición en la región de todos los tiempos y la tercera mayor del mundo en 2001.
En cambio Brasil disminuyó la IED en el sector de los servicios especialmente en los subsectores de las telecomunicaciones y los servicios financieros, en los que empresas extranjeras realizaron en 1999 y 2000 importantes adquisiciones y aumentaron en el sector manufacturero, que ha venido atrayendo entradas mucho mayores de IED desde la caída del valor del real.
La recesión en los Estados Unidos afectó directamente al sector manufacturero en México y en la cuenca del Caribe, sobre todo a las empresas maquiladoras que exportan a los EEUU. En México el sector manufacturero recibió 4.200 millones de dólares el año pasado, 4.000 millones menos que en 2000. Las inversiones en el sector de recursos naturales fueron especialmente importantes en los países andinos: Bolivia recibió 647 millones de dólares, la mitad de ellos en la industria de extracción de petróleo y gas natural, y en el Ecuador entraron 1.300 millones de dólares, el 85% en la industria del petróleo.
La mayoría de las salidas de IED de los países latinoamericanos se quedan dentro de la región. Chile sigue siendo el mayor inversor en el extranjero, con 3.800 millones de dólares en salidas, seguido de México con 3.700 millones. Las empresas mexicanas continúan aumentando sus inversiones en EEUU, y por ejemplo el grupo alimentario Bimbo adquirió la empresa Orowit por 610 millones de dólares en enero de 2002. Otra empresa mexicana, Cemex, se convirtió en 2000 en la mayor ETN de América Latina y en la 76 ETN del mundo por sus activos exteriores.
Se destaca el éxito de México y Costa Rica por el espectacular crecimiento de sus exportaciones en los últimos años. Entre 1985 y 2000 estos dos países vieron aumentar vertiginosamente en más de un 700% las inversiones de las ETN en el sector manufacturero, a la vez que progresaban desde la exportación de recursos naturales a la de productos de media y alta tecnología. |