¿Ajusticiamiento la muerte de taxista en Puerto Armuelles?

Luis Gaitán V.
Crítica en Línea
El caso del taxista Alexis Alexander López llegó a su etapa final, luego de que un Jurado de Conciencia encontrase como culpable a Anthony Bryan Morgan, exmilitar del ejército de los Estados Unidos, pero con un manchado expendiente curricular. El 27 de junio de 1997, López fue objeto de una trampa de muerte en la que, a juicio de abogados de la defensa, no fueron condenados todos los involucrados. Cerca del almacén de un almacén de Puerto Armuelles, López iba con Jorge Rodríguez Beitía como ayudante, cuando de manera extraña, dos sujetos pidieron una carrera al taxi hacia el Primer Ciclo, supuestamente a buscar a otras personas y se subieron en la parte de atrás. Cuando llegaron al lugar, le dijeron al taxista que no encontraron a las personas, preguntándole cuánto cobraba por una carrera al Zarzo de La Esperanza. Este señaló que 8 balboas y procedieron a realizar la carrera. En el lugar, supuestamente Eusebio Caballero y Jorge Rodríguez salieron a ver si venían las personas que iban a buscar. En el taxi quedaron Bryan y el taxista. Según narran testigos, escucharon cuando Alexis Alexander López gritaba pidiendo auxilio. Se escucharon varias detonaciones. Rodríguez Beitía se quedó en el área. Aduce que no sabía nada y se quedó en el área, se quitó la camisa y se la puso detrás de la cabeza al occiso. Este se encontraba esposado, con un tiro detrás de la cabeza. Había sido objeto de una ejecución. Anthony Bryan salió huyendo en el vehículo y lo dejó abandonado a pocos kilómetros. Eusebio Caballero, que presuntamente estaba en el área, salió aduciendo que iba a buscar ayuda. Nunca regresó. En el lugar quedó sin vida Alexis Alexander López. En la audiencia salió a relucir que un familiar del occiso fue detenido por drogas. La tesis del Ministerio Público es que Alexis López lo mandaron a matar en un ajuste de cuentas ¿Por qué a él, si tenía hijos? Nunca se determinó que López estuviera involucrado en asuntos de drogas. Tampoco fue un asalto, ya que se le encontraron todas sus pertenencias. Su muerte está rodeada de misterio, puesto que Anthony Bryan se declaró inocente, a pesar de los enormes elementos que estaban en su contra. Solo él sabe la verdad y las razones por la que asesinó a López. En la audiencia, el Fiscal Fabián Gutiérrez utilizó puntos esenciales y que logran impresionar al Jurado de Conciencia. Uno fue el pésimo prontuario de Bryan, quien tenía un caso pendiente por posesión de drogas, ya había sido investigado por un caso de homicidio en Las Tablas y tenía un caso por lesiones con arma de fuego. Otro de los argumentos, es que su novia dijo a las autoridades que días antes del hecho, Bryan la visitó y le mostró una pistola calibre 38. También se habla de haberle visto un juego de esposas. Cuando Bryan es requisado por la PTJ, luego de su arresto, en su cartera se encuentra precisamente una llave de esposas. En el vehículo no se encontraron huellas y en un allanamiento en su casa se encontraron unos guantes. Una de las testigos principales fue Eva Guerra, quien vio a Anthony Bryan subirse al bus en que ella viajaba, a pocos metros del lugar que fue dejado el taxi. No pudiendo argumentar el abogado de la defensa, Rafael Santamaría, la versión de que él estaba en otro sitio al momento del crimen. Santamaría entonces trató de involucrar en la muerte de López a Jorge Rodríguez Beitía, solo para utilizarlo como testigo principal contra su cliente. El Ministerio Público abordó la tesis de que los sindicados eran parte de un organigrama de drogas (sicarios). Se habla de un "tumbe" y el crimen era un ajusticiamiento, no contra López, sino contra un familiar de él.
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