FAMILIA
Narcóticos Anónimos

Joaquín Arias
Crítica en Línea
Es improbable que jamás pudiésemos experimentar un despertar espiritual, practicar principios espirituales en la vida o disponer de un mensaje suficiente para atraer a otros a recuperarse. Hay un principio espiritual de dar a otros lo recibido de N.A. para conservarlo. Ayudando a otros a permanecer limpios, en realidad nos aprovechamos de la riqueza espiritual encontrada. Debemos dar con generosidad y agradecimiento aquello que se nos ha dado con generosidad y agradecimiento. "Habiendo experimentado un despertar espiritual como resultado de estos pasos, tratamos de llevar este mensaje a los drogadictos y de practicar estos principios en todos nuestros actos." Vinimos a Narcóticos Anónimos como resultado final del naufragio de nuestro pasado. Lo último que esperábamos era tener un despertar del espíritu. Solamente deseábamos no sufrir más. Los pasos conducen a un despertar de índole espiritual. Este despertar interior se evidencia en el cambio de nuestras vida. Este cambio nos capacita mejor para vivir según principios espirituales y para llevar nuestro mensaje de recuperación y esperanza al drogadicto que todavía está sufriendo. Tal mensaje, sin embargo, carece de sentido a menos que lo vivamos. Al ponerlo en práctica, nuestras vidas y acciones le dan más significado que cualquier otra palabra o literatura. La idea de un despertar espiritual adopta tantas formas diversas como diversas personalidades encontramos en N.A. No obstante, todos los despertares espirituales tienen algo en común. Por ejemplo, se termina la sensación de soledad y se imprime dirección a nuestras vidas. Muchos de nosotros creemos que un despertar espiritual nada vale si no se acompaña de una mayor tranquilidad mental y dedicación al prójimo. A fin de conservar esa paz interior, hacemos todo lo que podemos para vivir en el aquí y ahora. Aquellos de nosotros que hicimos el esfuerzo de trabajar estos pasos del mejor modo que nos era posible, recibimos muchos beneficios. Creemos que estos beneficios son resultado directo de vivir el Programa. Como, por primera vez, comenzamos a disfrutar de ya no estar agobiados por la drogadicción, corremos el peligro de querer controlar nuevamente nuestras vida. Nos olvidamos del tormento y del dolor que sufrimos. Nuestra enfermedad controlaba totalmente nuestra vida mientras usáramos drogas. La misma sigue estando al acecho y dispuesta dominarnos. Rápidamente olvidamos que todos nuestros esfuerzos del pasado para controlar nuestras vidas, fallaron. Ahora hemos llegado al punto donde nos damos cuenta que la única forma de conservar lo que se nos dió, el compartiendo este nuevo don de vida con los drogadictos que todavía sufren. Tal es nuestra mejor garantía de no volver a caer en la atormentada existencia que teníamos al usar drogas. Lo denominamos "llevar el mensaje" y lo practicamos de muchas formas distintas.
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