EDITORIAL
Relajo electoral
El Tribunal Electoral debe
ya frenar el relajo en que se ha convertido la postulación de una
serie de precandidatos a la Presidencia de la República, ya que individuos
sin credenciales ni idoneidad se han autopostulado para intervenir en las
primarias de diferentes partidos.
En el pasado, había más seriedad y control en este aspecto.
En las elecciones de 1968 se trató de inscribir un partido denominado
"Filete con papas", cuyo lema era "Todo el mundo en la papa
con el filete con papas" y que propugnaba como plataforma política
que Panamá debía ser toda una zona franca, al igual que Tánger,
ciudad ubicada en el Norte de Africa.
Los funcionarios del Tribunal Electoral de aquella época frenaron,
por falta de seriedad, las aspiraciones de ese colectivo político
y el desarrollo de los comicios se hizo con toda normalidad ganando las
elecciones los partidos de la Unión Nacional encabezados por el Dr.
Arnulfo Arias.
Como nos ven, nos tratan, reza un adagio. Y estamos permitiendo que el
mundo se burle de nosotros como país, ya que elementos sin ninguna
preparación ni visual de Estadista estén auto postulándose
por el solo hecho de tener más de 35 años de edad, que es
requisito único para aspirar a la Presidencia de la República
señalado en la Constitución Nacional.
Como agravante de estas pretensiones descabelladas de los precandidatos
en referencia está la tribuna que le brindan los medios de comunicación
a estas personas que conscientes o no, le restan seriedad a los comicios,
ya que los aspirantes deben saber cuáles son sus limitaciones para
ocupar la primera magistratura de la nación panameña.
El Tribunal Electoral y el CEN de los diferentes partidos deben intervenir
en este aspecto, ya que está de por medio el prestigio del país.
Con ese criterio, mañana hasta un orate podrá candidatizarse
porque es panameño y tiene 35 años de edad. Los propios partidos
políticos también tienen que filtrar a los aspirantes insólitamente
publicitados y no idóneos para participar en las primarias.
El mundo nos mira y no debemos arrastrar al abismo del desprestigio la
imagen de la nación panameña. Demasiado tolerantes hemos sido
con esta situación, pero ya hay que imprimirle seriedad a los torneos
electorales internos de algunos partidos políticos.
La comunidad panameña exige respeto, por lo que demandamos que
haya madurez cuando se evalúe la selección de precandidatos.
Pero ya debe cesar el relajo electoral porque nos hace daño. Nada
ganamos que se inscriban precandidatos en cantidad cuando lo que se busca
es calidad en los aspirantes. No demos motivo a que nos sigan catalogando
de mediocres y subdesarrollados. Se impone un cambio de mentalidad y no
un populismo mal entendido.


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