Gabriela Batista plasma en sus lienzos un "NO" rotundo a la destrucción del medio ambiente, mientras algunos protestan despojados de su ropa o cerrando las calles.
Con sus manos y su imaginación nos transporta a la realidad, por más cruel que sea.
Cebras, un tigre siberiano, alambre de púas, bosques incendiados, cazadores de animales y destructores del ambiente predominan en sus obras.
Esa preocupación, ese temor ante la devastación la llevará a San Carlos, Barcelona, Argentina, al Segundo Congreso Latinoamericano de Parques Nacionales y otros temas ambientales. La actividad se celebrará del 30 de septiembre al 6 de octubre con la participación de 2,000 personas.
EMPAPADA EN EL TEMA
Todo inició cuando leyó un artículo en la Revista National Geographic, en el que se narraban sucesos a causa del calentamiento global y el abuso de la humanidad. Del documento, recuerda el escrito sobre los monarcas, mariposas que viajan cada cierto tiempo de Canadá a México, las cuales recorren unos 4000 km por el cambio climático.
Para llevar esta protesta a lo moderno, Gabriela tomó un curso de seis semanas en el "Art Students League" de Nueva York. Luego, aplicó lo aprendido, por ejemplo, la piel de la cebras dan el toque vanguardista a las obra. Los cuadros son bastante grandes e impresionantes, otra tendencia muy utilizada por los artistas de esta ciudad.
UN MENSAJE CLARO
"Al acecho" muestra un tigre siberiano que se encuentra en cautela junto a pequeños cuadros que representan los vitrales de la iglesia. Esta obra en especial, presenta esa transición entre lo religioso, su anterior trabajo, y lo nuevo.
Cuatro obras han sido pintadas sobre papel reciclable, material fabricado por los indígenas de Darién. Lo difícil de trabajar con él es que un error arruina todo un trabajo.
Las pinturas de Gabriela las podrás admirar desde el 14 de noviembre en Arlene Lachman Galería. La pintora estará feliz en conversarles sobre su inspiración e incentivarnos a aportar con un granito de arena para que tengamos un medio ambiente más sano.