Los seleccionados de fútbol de Panamá que participaron en la trifulca al final del partido "amistoso" contra Venezuela la noche del pasado miércoles serán sancionados conforme al reglamento disciplinario, afirmó ayer el presidente de la Federación Panameña de Fútbol, Ariel Alvarado.
"Evidentemente, hubo indisciplina y serán sancionados conforme al reglamento disciplinario" manifestó el dirigente, antes de informar que el reglamento contempla multas, suspensión e incluso expulsiones de jugadores. "Eso será valorado", aseguró.
El federado quiso bajarle el perfil a ese incidente, hecho que se ha registrado antes en mayor o menor escala, diciendo que la relación entre ambas selecciones ha sido "excelente", sólo se trata de un tema de calor de juego y "un golpe moral que recibió el portero con ese penal en el último minuto".
La peor gresca entre ambos elencos se dio en el último amistoso jugado en Puerto La Cruz, donde el calor de la sangre exacerbaron los instintos, hasta ese momento ocultos, del portero Jaime Penedo, quien agredió a un rival cuando intentó quitarle la pelota. Esa acción provocó una reacción en cadena que sí tendrá consecuencias disciplinarias.
Alvarado resaltó que lo sucedido en Puerto La Cruz son situaciones imponderables y reacciones del ser humano, las cuales hay que trabajar en el aspecto psicológico y psiquiátrico.