Un equipo médico publicó una investigación en la que compararon dos grupos que sufren la enfermedad en los EE.UU.
Los pacientes que tomaron aspirinas tuvieron mayores oportunidades de sobrevivir que los que no.
El efecto sería para aquellos que tenían el hábito de tomar aspirinas regularmente y que contrajeron cáncer de colon, la segunda causa principal de muerte por carcinoma en los Estados Unidos, después del pulmonar. Es más, aseguran que los pacientes que tenían la enfermedad redujeron su riesgo de muerte en casi 30 por ciento.