El ministro de Economía, Alberto Vallarino, tuvo que encarar una serie de cuestionamientos de diputados del PRD cargados de doble sentido durante su última comparecencia al pleno de la Asamblea.
Las preguntas iban dirigidas a cuestionar la "conveniente" contratación directa de la empresa McKenzie Co., antiguos consultores de Banistmo donde Vallarino era gerente general, por $2.5 millones.
Para el diputado del PRD, Rodney Araúz, era una "tremenda coincidencia" que dicha empresa haya sido la beneficiada para elaborar el paquete de reformas tributarias que será presentado por el Gobierno en octubre próximo.
"Buscamos a la mejor asesoría estratégica del mundo, es un consultor de lujo para la República de Panamá y para los principales países como Alemania, Singapur y Estados Unidos" los mejores del mundo usan a lo mejor", dijo Vallarino en su defensa.
"A quién esperaba que buscara, a desconocidos, gente sin calificaciones cuando no hay tiempo y en momento que debemos presentar una reforma tributaria en el mes de octubre", contestó Vallarino en tono fuerte al diputado del PRD.
Explicó que de haberse invocado la ley de contrataciones públicas, esta habría sido un obstáculo porque la ley obliga al Gobierno a presentar un plan de desarrollo quinquenal que es el que realiza actualmente McKenzie Co.
"Hay motivos suficientes para haberla contratado directamente, porque lo que hace McKenzie Co. es multiplicar por muchos múltiplos lo que uno invierte en ellos", justificó Vallarino.
En el gobierno pasado de Martín Torrijos se contrató -vía licitación- a Jacques Trigo por menos de $200 mil, para el anteproyecto de reforma tributaria que exprimió cerca de $600 millones.