PANAMA VS. EL SALVADOR La 2da. Parte: Ilusión frente a escepticismo
Los "Stempel Boys" ante la mayor posibilidad de hacer historia en su propio patio. Fotos: EPASA

Carlos Alberto Martínez
Crítica en Línea
Nuevamente, el fútbol panameño está ante la posibilidad más cercana de una clasificación a una siguiente ronda, pero mucho más, si se trata de una eliminatoria como los Juegos Olímpicos, cuando la selección nacional sub23 necesite de al menos un empate o una victoria contundente para eliminar a su similar de El Salvador, en un partido que puede ser la gloria o la sepultura de cualquiera de los dos elencos, a las 11 de la mañana de hoy domingo, en el Estadio Rommel Fernández de la ciudad capital, válido de la fase preolímpica hacia los Juegos de Sydney 2000, en Australia. Pero este partido representará nuevamente el conflicto entre las ilusiones del que se supera y el escepticismo de ésta a la hora del momento más relevante en que todo se juega y aquí vale la ingenuidad sobre la experiencia, la vieja experiencia de la tradición futbolística que pesa sobre todas las cosas dentro de este deporte que hace volver a la lógica de lo que le llaman "normalidad". En eso, la afición panameña que se vestirá totalmente de rojo como consigna deberá ir con todo a apoyar a esta selección ante la posibilidad de irse con un pie al menos, hacia las "Antípodas", con la mayor motivación y optimismo de que con una fe depositada en el conjunto dirigido por el anglo-panameño Gary Stempel, se puede alcanzar el objetivo. Sin embargo, no debemos fiarnos del triunfalismo excesivo, que, aunque no en mucha alza durante la semana, puede ser traicionero y del que todavía no hemos aprendido a madurarlo con sapiencia, con hechos como los ocurridos cuando estuvimos, con las selecciones absolutas, por ejemplo, demasiado cerca de los mundiales de 1990 y 1994 ante un rival tan "clásico" y fuerte que los salvadoreños (Costa Rica) y en el que la experiencia lógica de ellos finalmente triunfaría sobre la inexperiencia de lo que era saber capitalizar con la cautela los triunfos cuando apenas pasaron 90 minutos, sin jugar los segundos 90. Y puede suceder más ahora, cuando la selección salvadoreña dirigida por el brasileño Mario Péres Ulibarri "Marinho", llegó ayer al país buscando rescatar una motivación perdida y herida en su orgullo por la falta de capacidad técnica de sus jugadores y situaciones extradeportivas que les han afectado. Aún así, en declaraciones al colega Diario de Hoy de San Salvador, aún cree, según sus palabras, de que "La selección sub23 de Panamá no es un gran equipo. Que es bastante frágil y por consiguiente accesible", y por ello apostará todo a ganador, casi con la misma formación, pero con la entrada de Juan José Gómez de la defensa a la portería, presentará cambios que podrían darse incluso sobre la marcha, apelando a la experiencia y a la tradición que puede hasta señalarles el camino a la "luz de su esperanza". En el caso panameño, la confianza de los muchachos están al máximo, tanto que podría ser preocupante que el que cerca de 5 jugadores se hayan aparecido el viernes en plenos estadios locales observando los juegos de ANAPROF en vez de estar en su concentración, lo que crecen las dudas. Aún así, ellos no serán titulares, ya que Luis Moreno será titular en la delantera, Alberto Zapata seguirá siendo enganche de delantera y mediocampo, se reforzará la defensa y hasta la táctica se cambiaría. Mario Méndez, Roberto Brown y Alberto Blanco, ya repuesto y listo, serán los elementos "clave" del conjunto si se busca con ello una clasificación. Para este partido, los árbitros serán costarricenses, encabezados por el central William Vega Mattus, y asistidos por Efraín Rodríguez y Carlos Torres Zanabria. El cuarto árbitro será "tico" y el veedor será de Bermudas. Ilusión y escepticismo se verán nuevamente enfrentados a la hora de la verdad y de rendir cuentas con la historia de un proceso futbolístico. Todos con entusiasmo pero conscientes de aceptar las cosas con la razón y no con el sentimiento, sabiendo de que todavía debemos trabajar para codearnos con los grandes, hay que respaldar a esta selección cuyo calor de pueblo debe ser el mayor aliciente para alcanzar la meta de ir a la cita olímpica.
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