Hay una cosa de la que no nos acordamos al momento de comer y es precisamente el lavado de las manos. Los panameños piensan que no hacerlo no acarrea ningún problema, pero lo cierto es que sí. La mayoría de las enfermedades comunes ocurren por contagio.
Esto suele verse tanto en las instituciones privadas como las públicas, inclusive, en el propio hogar.
En los baños de las compañías se han registrado casos tan chistosos que se conocen de algunos compañeros que les gusta defecar y no lavarse las manos y, después de salir, saludan con la mano sucia al que le aparezca en el camino.
Amigo lector, sepa que lavarse las manos es el primer paso para la de defensa contra la propagación de enfermedades infecciosas.
La comida puede ser tan buena como para chuparse los dedos, pero chuparse los dedos no es bueno para la comida. No pruebe la comida con una cuchara al menos que sea una cuchara limpia, y úsela sólo una vez.
Acuérdese de lavarse las manos adecuadamente con jabón y agua caliente. Mójese las manos, enjabone, restregándose las palmas de las manos y la parte de atrás por lo menos veinte segundos. Enjuáguese las manos bajo el chorro de agua desde las muñecas hasta las yemas de los dedos. Séquese las manos con toallas de papel y úselas para cerrar la llave del agua. Recuerde, las manos sucias abren la llave y no la cierran. No olvide lavarse entre los dedos y bajo las uñas.
No contamine sus manos limpias llevándoselas a la boca, nariz o pelo. Aprendamos a evitar enfermedades lavándonos primero las manos. |