Un clima tenso, aunque despojado del dramatismo de hace 30 años, rodea en Chile los actos previstos para evocar este jueves el golpe militar que culminó con el suicidio del presidente socialista Salvador Allende e instaló en el poder la dictadura del general Augusto Pinochet, el 11 de septiembre de 1973.
La tensión estalló cuando activistas que se identificaron como miembros de organizaciones de derechos humanos ingresaron a las embajadas de Suecia, Portugal y México, para llamar la atención internacional sobre sus demandas de "aplicación de justicia" por los más de 3.000 muertos y desaparecidos durante el régimen de Pinochet (1973-1990).
Hace 30 años, se suicidó el presidente Allende en el palacio de La Moneda, sometido al bombardeo aéreo y el ataque terrestre de los militares golpistas.
En el mismo lugar donde murió Allende, en el interior del palacio de Gobierno, el presidente socialista Ricardo Lagos encabezará el miércoles un homenaje al extinto mandatario, con la instalación de una placa en su memoria. |