Una puñalada del lado izquierdo del pecho es suficiente para cegar una vida.
El frío de un arma blanca tiene la capacidad de perforar el corazón y lograr que ese detenga su constante latir.
Eso fue comprobado por Locadio Jordán Rivera, de 18 años, quien falleció a las 7: 55 de la noche del sábado en la sala de urgencias de la Policlínica Generoso Guardia, en Santa Librada, distrito de San Miguelito, luego de recibir una sola perforación en la tetilla izquierda, supuestamente en medio de un robo frustrado.
El hoy occiso se encontraba cerca de la 'Abarrotería Milli', ubicada en Caimitillo, corregimiento de Alcalde Díaz, cuando un menor de 15 años le sembró en el pecho el frío de un puñal. Se conoció que supuestamente Locadio forcejeó con el homicida mientras intentaba despojarlo de un IPOD (reproductor de música en formato mp3), cuando éste lo hirió de muerte.
Aún con vida, Locadio ingresó a la sala de urgencias de la Policlínica de Santa Librada, pero falleció a los pocos minutos.