Candidatura de Bush en crisis

Washington
EFE
La candidatura presidencial del republicano George W.Bush ha visto multiplicarse los problemas frente a las elecciones de noviembre y ya los miembros de su partido están pidiendo cambios en la estrategia de su campaña. Perdida la delantera que mantuvo durante varios meses en las encuestas, el gobernador de Texas ha entrado en terrenos cenagosos que lo han puesto a la defensiva. En un intento por jugar con las palabras señaló el lunes, Día del Trabajo, que "es tiempo de elegir a gente que diga en realidad lo que quiere decir y cumpla con lo que diga". Las palabras le dieron la espalda cuando, pocas horas después y sin percatarse de que los micrófonos estaban abiertos, informó a su compañero de fórmula, el ex secretario de Defensa Dick, de que "ahí está Adam Clymer, un imbécil (asshole) de primera división". Clymer es un periodista del diario The New York Times, uno de los más importantes de Estados Unidos, y los republicanos están resentidos con él porque dicen que no ha tratado con justicia a su candidato. Ese tropezón se convirtió en el único tema de conversación el martes y desató una cadena de bromas de las cuales los principales gestores fueron los demócratas. "Bush olvidó una norma elemental de las campañas: no se puede decir nada cerca de un micrófono que uno no quisiera que escuchara su madre", manifestó el analista John Roberts, de la cadena de televisión CBS. Un comentarista de la televisión hispana de Estados Unidos resumió el problema diciendo: "en boca cerrada no entran moscas". El término "asshole" en inglés es sumamente ofensivo y grosero, mucho más que "imbécil" o "huevón", a tal punto que el diario The Washington Times utilizó el eufemismo de "orificio rectal" para no publicarlo en sus páginas. Al parecer como resultado de esta situación, fuentes republicanas indicaron que se ha iniciado un movimiento dentro del partido para pedir que Bush haga cambios al más alto nivel de su campaña, según dijeron diversos medios de comunicación en Washington. La idea sería llevar a algunas de las figuras más prestigiosas del partido a Austin, la capital de Texas, para que tomen las riendas de la campaña antes de que sea demasiado tarde. Las fuentes agregaron que se ha propuesto como director de campaña a Haley Barbour, quien llevó al partido al triunfo electoral de 1994 cuando el partido, pese a perder la presidencia, tomó el control de las dos ramas del Congreso. Desde el comienzo de las elecciones primarias Bush ha puesto el destino de su campaña en sólo tres personas, a quienes algunos llaman "el triunvirato tejano" y que está integrado por su directora de comunicaciones Karen Hughes, el estratega principal Karl Rove, y el director de campaña, Joe Allbaugh. Las fuentes republicanas, que pidieron que no se les identificara, admitieron que fue un error que Bush se negara a sostener tres debates a transmitirse a todo el país en la hora de mayor audiencia. "El hecho es que Bush dio la impresión de enfrentarse a Gore ante los ojos de todo el país", dijo una de esas fuentes citada por los medios locales de información. Pero las críticas no están dirigidas sólo contra Bush, sino también contra el estilo de Dick Cheney, quien en sus discursos se muestra poco entusiasmado. Lo comparan con el dinamismo exhibido por su rival por la vicepresidencia, el senador judío ortodoxo Joseph Lieberman, quien pese al exceso de referencias religiosas ha tenido el mérito de entusiasmar a sus correligionarios. De todas maneras, los analistas siguen vaticinando que el resultado de los comicios será uno de los más estrechos en la historia política de este país de 250 millones de habitantes. "Es tan apretada la lucha que la diferencia tal vez sea de menos de un millón de votos", según Rick Berke, analista político del diario The New York Times.EFE
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