INQUIETUDES
Inquietudes

Días Puente
Nadie se ha
vuelto a acordar de los días puentes después de
la tormenta sin necesidad que causaron el año pasado,
sobre todo el 10 de noviembre y el día de la madre. En
una carta que me enviaron directivos del Club de Leones de Bethania
me confirmaron que en conversaciones que tuvieron con la presidenta
de la República, Mireya Moscoso, abogaron porque la celebración
de 10 de noviembre y el 8 de diciembre fuera en la fecha indicada
y no en un día puente como pretendió hacer el gobierno
de Pérez Balladares.
Señalan los leones de Bethania que ellos le dijeron
a Mireya que un factor importante para que se mantuvieran las
fechas fue la campaña que hizo el suscrito, en ese entonces
Director de Crítica. Por eso fue que me enviaron una carta
de reconocimiento y que contenía las aseveraciones que
ellos le exteriorizaron a la Presidenta de Panamá.
Las leyes que crean los días puentes todavía
no han sido derogadas y queremos advertir a tiempo sobre el chubasco
político que esto va a ocasionar sobre todo con los santeños.
El gerente del IPAT del gobierno perredista que promovió
los días puente no ha salido ileso porque los panameños
recordamos lo amargo que fue el traslado de fiestas tradicionales
del pueblo panameño.
Comprendemos que el nuevo gobierno está ocupado en
asuntos prioritarios pero no debe olvidarse del atentado contra
nuestras raíces nacionalistas y culturales. Los legisladores
deben ir tomando nota para derogar estos días puente que
no le hacen ningún bien al pueblo panameño.
PRODUCCION DISCOGRAFICA
Antes, cuando se prensaba un disco en Panamá los productores
discográficos eran más respetuosos con el público
discómano y con los locutores y en la etiqueta o sello
discográfico, se proveía la información
necesaria. Es decir en el disco se indicaba "grabado en
Panamá", el género o ritmo musical o si la
pieza era de carácter nacional o extranjero, así
como rigurosamente el compositor del tema. Esto evitaba cualquier
confusión de un ritmo nacional con uno extranjero.
Con el auge de los conjuntos típicos nacionales ya
no se sabe qué cumbia es panameña o colombiana
porque en la etiqueta del disco no lo indica. Y así han
pasado generaciones que creen que La Yerbita, Adonay, Borracho
y Amanecido, Así soy yo, Senderito de amor y tantas piezas
hoy de moda que la gente presume que son panameñas y en
realidad son extranjeras. Esto le hace daño a la identidad
nacional porque pareciera que no tenemos folclor propio y tenemos
que copiar temas de afuera.
Los locutores nuestros, que no son dados a estudiar al folclorología
y confunden lo que es popular, típico, vernáculo
y folclórico como si fuera todo una misma cosa, también
se dejan arrastrar por esta corriente de confusión y el
público que los escucha cree que ellos están investidos
de alguna autoridad para hablar sobre el tema.
El gobierno debe promover alguna legislación para evitar
esta confusión que hay en la música y la cultura
nacional. El INAC y la Dirección Nacional de Medios deben
intervenir porque el problema se está agravando. Hasta
los gobernantes a veces no saben distinguir cuál ritmo
es panameño o una proyección artística del
folclor. Aplauden lo que en el escenario les resulta más
bonito sin percatarse que es una deformación o ritmo estilizado
de nuestra cultura.
El rescate de nuestras tradiciones debe ser también
una prioridad. Para mañana es tarde.
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