La vida de Luis "El Nica" Concepción empezó a cambiar, y mañana dará un giro por completo cuando se corone como campeón mundial, si logra el objetivo de derrotar a Omar Salado.
El rudo y difícil deporte del boxeo lo ha transformado en un hombre de bien, pues no todo a lo largo de sus 23 años ha sido feliz.
Luego de nacer en Panamá un 6 de octubre de 1985, "El Nica", a los 6 años, fue trasladado a Nicaragua por su madre Bersabeth Dolores Montiel. Su progenitora, de origen nicaragüense, se fue a escondidas de su esposo hacia su país natal. No se marchó sola, se fue con sus hijos. Su esposo la maltrataba. Unos meses después de partir a Nicaragua, su esposo fue asesinado en Panamá.
Creyendo que la situación en Nicaragua iba a ser la mejor, "El Pana" -como le decían a Concepción sus amigos en Nicaragua-, empezó a vivir otro viacrucis, el maltrato de uno de sus tíos.
"Desde niño fue víctima de maltrato por parte de uno de sus tíos. Él era muy inquieto, muy hiperactivo y allá pasó una vida muy difícil, porque mi hermano lo maltrataba", relató muy triste doña Bersabeth.
Pasaron 10 años y Concepción decidió regresar a Panamá a los 16 años, pero en David fue retenido porque no traía los papeles que le permitirían entrar al país. Incluso fue ingresado al tutelar de menores.
Aquí, Concepción se radica en la 24 de Diciembre y, por su acento, le colocan "El Nica". Pero tampoco encontró tranquilidad, la delincuencia y la violencia se apoderaron de él. "Yo estaba en las drogas y la delincuencia y tuve muchos problemas, pero el boxeo me cambió y gracias a Dios tengo 5 años de no estar en ese ambiente", afirmó Luis Concepción.