La estudiante Marbella García, quien esta semana murió en medio de una clase de Educación Física en el Instituto Rubiano, fue sepultada ayer tras una ceremonia en el templo del Colegio Adventista, ubicado en Carrasquilla.
Marbella estaba vestida de blanco, dentro de un ataúd blanco con ribetes rosados.
A lo largo de todo el servicio cristiano, el cuerpo de Marbella fue custodiado por una calle de honor que formaron sus compañeros.
En medio del ardiente sol, la caravana salió del templo camino al cementerio de Cárdenas, donde finalmente reposan los restos de la menor de 13 años.