La Torre Mayor de Ciudad de México, la más alta de América Latina, fue desalojada por segunda vez en 24 horas, tras un nuevo aviso de bomba y después de que el jueves se encontrara un "artefacto artesanal" con pólvora negra dentro de un automóvil.
Antes de este hallazgo, la policía metropolitana desalojó a las más de 10,800 personas que ocupaban el edificio, la mayoría empleados de empresas con su sede en este emblemático y moderno lugar.
Nuevamente, se ha producido el desalojo de sus ocupantes de forma ordenada, tras recibir una llamada con aviso de la existencia de un paquete bomba, según dijeron a Efe fuentes de Protección Civil.
Unos 200 policías han sido trasladados a la zona para acordonar el edificio, situado en el Paseo de la Reforma, mientras que algunos efectivos inspeccionan su interior.
Las personas desalojadas se encuentran tranquilas en los alrededores del lugar a la espera de una decisión por parte de las autoridades.
El artefacto hallado el jueves "está integrado por tres tubos galvanizados con tapa, unidos con cinta de aislar y un teléfono celular con un sistema de cables", dijo la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de la capital.
La SSP explicó que "en el supuesto de una activación, (el artefacto) hubiera generado afectación concentrada en el vehículo", el cual fue reportado como robado.
Inaugurada en junio de 2003, la Torre Mayor fue diseñada por el arquitecto canadiense Paul Reichmann, tiene una altura de 225 metros y unos 30,000 metros cuadrados.