El Milan AC sumó su quinto trofeo de la Supercopa de Europa e impidió revalidarlo a un Sevilla FC que, con Antonio Puerta ya ausente, rompió una racha de cinco finales consecutivas ganadas en tan sólo 15 meses.
El conjunto milanista vio complicado su triunfo en la primera parte, en la que el Sevilla le echó mucha voluntad y desgaste físico, pero en la segunda, los rápidos goles de los italianos dieron la vuelta al marcador y eso hundió a un rival mermado de fuerzas e ideas, y sumido aún en luto.
Pronto mostró el actual campeón de Europa que la solidaridad con los sevillistas por la muerte de Puerta no tenía que ver nada con la relajación en un partido de máximo nivel, y apretaron a un rival que sí lució despistado.
En uno de estos el Milan forzó un córner y Duda lo botó con mucha intención y parábola al segundo palo, donde esperaba el brasileño Renato para no perdonar de cabeza y poner al Sevilla arriba.
Así se fueron al descanso, pero a los cinco minutos de la reanudación, un Inzaghi libre de marca anotó tras un buen centro de Gennaro Gattuso.
Siete minutos después, el checo Marek Jankulovski enganchó un balón tal como le llegó al que no pudo responder Palop.
La victoria la redondearon los lombardos con el tanto de Kaká en las postrimerías, después de que el serbio Ivika Dragutinovic le hiciera penalti al brasileño, éste lo lanzara, lo detuviera Palop en primera instancia pero no el posterior rechace.
HOMENAJE POSTUMO
El lateral izquierdo Antonio Puerta recibió un sentido homenaje póstumo en el estadio Louis II de Mónaco, instalación en la que ondearon las banderas a media asta en señal de duelo. El brasileño Kaká, le dedicó además su gol.