La maliciosa mente de un grupo de bandidos está rebasando los límites de tolerancia de los pequeños comerciantes en Colón. Ahora los sujetos de mal vivir se están dedicando a robarse los brakers y las cajillas de los medidores.
Un salón de belleza ubicado en la calle 13 Federico Boyd fue víctima de estos maleantes que hurtan el metal para venderlo.
El estilista Jorge Carrasco estaba en plena actividad haciendo un blower cuando la energía se fue, desconociendo lo sucedido llamó al personal de Elektra Noreste quienes se percataron que se habían volado todo el sistema.
La situación es crítica para estos pequeños comerciantes, porque no es el primer negocio que es víctima de estos maleantes que aprovechan cualquier descuido para hacer de las suyas, y sin medir el peligro que eso les pueda costar. Hace varios años un "piedrero" quedó pegado en el sistema de cables de alta tensión al intentar llevarse parte del metal, y no midió el peligro. |