El gobierno se preocupa entregándoles habitualmente a las comunidades urbanas y rurales del país el básico componente de la dieta diaria, que agregado a los alimentos, contribuyen a darnos lozanía y vigor saludable acompañado de las calorías que necesita el cuerpo para continuar la vida. El agua es un elemento compuesto, consagrado a la vida animal y vegetal, dispersa en la naturaleza en cantidades considerables pero, ha sido peligrosamente contaminada por el hombre de muchas maneras a saber: arrojando a los vértices de los ríos y quebradas residuos sólidos, tumbando y quemando los bosques, derramando materias de diversa índole, entre otros. Pero hay razones de tipo relevante que provienen del trato dispensado al indispensable elemento que, en condiciones alteradas, sirve de nido para la proliferación vertiginosa de virus, bacterias y parásitos que en números millonarios, atisban para dar el golpe de gracia. La crisma no es sólo para apoyo del sombrero, dentro de ella cuando es lúcida se dan todas las industrias y conciertos que eslabonan el Universo de forma funcional. El agua la recibimos virgen en la creación, pero nació el hombre para contaminarla. Ella debe cumplir condiciones inseparables, eso es: incolora, inodora e insípida, en conclusión, no debe tener color, olor, ni sabor; razones que indican su potencial potabilidad, apta para ser bebida, como fuente alimentaria. El líquido que tomamos es procesado con la química rigurosa, garante de salud en las diferentes potabilizadoras hídricas, tendientes a buscar la salubridad que ligadas a los alimentos, produzcan en el cuerpo calor y energía celular. Peligrosas enfermedades dimanan del agua infectada de microorganismos que tienen su hábitat aquí, entre ellos los que producen la disentería, el cólera, hepatitis A, salmonelosis, todas en constitución de una gran amenaza para la salud humana. Es deber del Ministerio de Salud, proveernos del agua para complacer nuestras necesidades orgánicas. Algunas veces el líquido nos ha llegado con color y sabor, increíble, pues nos las deben entregar con los siguientes calificativos: demostraciones prácticas y matemáticas, con ejemplos palpables, fáciles, inteligibles, demostrativos e indubitables que la bebida realmente es saludable, por ende, de innegable pureza precursora de vida.