El temor cundía en el principal refugio de emergencia de Nueva Orleans, mientras las torrenciales lluvias del huracán Katrina golpeaban con fuerza el techo del inmenso estadio Superdome.
Cientos de miles de personas abandonaron Nueva Orleans ante la inminente llegada del huracán, después que el alcalde de la ciudad ordenara la evacuación.
En la ciudad se han habilitado 10 refugios, incluido el mítico estadio de fútbol americano, para aquellos que no pudieran abandonar la zona del sur de Louisiana.
La energía eléctrica en el estadio se cortó a las 5: 02 hora local (9: 02 GMT), provocando exclamaciones de la multitud albergada.
Pero la mayoría de sus habitantes ha decidido evacuar la ciudad, lo que ha generado grandes atascos en las autopistas.
Los hoteles de hasta unos 250 kilómetros al norte de Nuevo Orleans ya estaban llenos, mientras que en las calles de la urbe los negocios y hogares están sellados.
Más de 4.000 efectivos de la Guardia Nacional se movilizaron en Memphis y ayudarán a patrullar las calles de Nueva Orleans, dijo Terry Ebbert, director local de seguridad interna.
El desalojo de Nueva Orleans costó vidas. Tres residentes de un asilo en Nueva Orleans murieron el domingo, tras ser trasladados en autobús a una iglesia en Baton Rouge.
La causa probable de los fallecimientos fue la deshidratación, dijo Don Moreau, de la oficina local de investigaciones forenses.
Las calles de la ciudad estaban vacías, y los bares estaban cerrados, mientras ráfagas de viento azotaban la ciudad.