EDITORIAL
Vergonzoso
Vergonzoso para decir lo menos, fue el espectáculo que ayer brindaron dos legisladores: uno del oficialismo y otro de la oposición. Sin ningún sonrojo se lanzaron toda clase de epítetos, contribuyendo aún más al desprestigio en el que se encuentra inmersa la Asamblea Legislativa.
Cuando diversos candidatos se disputan los votos para acceder a la presidencia de la Cámara Legislativa, bajo la promesa de todos de querer cambiar la imagen de la Asamblea, dos legisladores nos sorprenden con sus expresiones propias de arrabaleros. Los involucrados -uno es médico y el otro abogado y profesor- por lo que no se puede alegar que son personas que no tienen mayor educación. Sin embargo, las palabras que ambos utilizaron son propias de cualquier zona roja de los barrios bajos de la capital.
¿Cómo es posible que los denominados padres de la Patria puedan utilizar ese lenguaje para dirimir sus diferencias?. Con ese tipo de situaciones, es difícil que alguien pueda hacer algo para recuperar el prestigio de ese órgano del Estado.
La Asamblea viene coja desde enero pasado, cuando se destapó el tamal de los supuestos sobornos por la aprobación del contrato del proyecto del Centro Multimodal, Industrial y de Servicios (CEMIS), así como por las denuncias que surgieron a raíz de la ratificación de dos magistrados de la Corte Suprema de Justicia.
Lo sucedido con los actuales legisladores debe servirle de experiencia a los electores, para que al momento de escoger a sus representantes ante la Asamblea, seleccionen a las mejores figuras, para evitarnos los espectáculos que ahora presenciamos.
En la Cámara existe una Comisión de Etica. Los dos involucrados en el incidente de ayer deben ser llamados a capítulo, porque lo que protagonizaron es un pésimo ejemplo para la juventud. La clase política debe entender, que tiene que manejarse con la mayor decencia posible y dar ejemplo de que se es tolerante ante el adversario y que las diferencias se resuelven mediante la conversación civilizada. Hoy muchos políticos se preguntan por qué los estudiantes recurren a la violencia callejera, olvidando que ellos están dándole un mal ejemplo y un caso típico fue el vivido ayer.
PUNTO CRITICO |
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