Trataremos hoy las otras dos formas de transmisión del VIH: la Transmisión Sanguínea y la Transmisión Perinatal.
Transmisión Sanguínea: puede ocurrir de diferentes maneras:
Cuando durante la transfusión de sangre o productos derivados de la sangre (plasma, plaquetas, otros) contaminados con el virus, entran directamente y en grandes cantidades a la sangre de una persona no infectada: iniciándose así la infección en la persona que recibe la transfusión. Es importante que se conozca que a todas las bolsas de sangre donadas en el país se les realiza una prueba que detecta anticuerpos contra el VIH, sin embargo, existe un período llamado “de ventana” donde el individuo a pesar de ser positivo, su prueba es negativa. Con las pruebas actuales utilizadas en el país este período se ha acortado a tres semanas. De este tema se hablará en otro momento. Cuando las personas comparten agujas y/o jeringuillas y una de las personas está infectada con el VIH, esto es muy común en los usuarios de drogas (ejemplo cocaína, heroína) que se inyectan drogas a través de las venas. Al intercambiar la aguja y/o jeringuilla, parte de la sangre queda pegada en las paredes de la aguja y/o jeringuilla y cuando una de las personas que se inyecta está infectada con el VIH y pasa la jeringuilla a otra persona no infectada, ésta al inyectarse con la misma jeringuilla, además de la sustancia que se inyecta, se inyectará también los restos de sangre contaminados con el VIH de la persona anterior. Durante la realización de tatuajes, abertura de orificios en el cuerpo para la colocación de aretes, piercing: cuando no se utilizan instrumentos esterilizados. Al momento de incurrir en estas prácticas debe exigirse a la persona que realice el procedimiento, instrumental estéril y desechable. Transmisión Perinatal: Es el tratamiento que se produce de una mujer infectada con el VIH a su hijo durante el embarazo, parto o durante la lactancia materna. Durante el embarazo: A través de la placenta (órgano con el cual la sangre de la madre y la del niño intercambian sustancias) el virus puede pasar al niño. Estudios recientes indican que durante los últimos meses del embarazo, aumenta el riesgo de transmisión por esta vía, ya que aumenta el intercambio de nutrientes entre la madre y el feto. En el momento del parto: se señala este momento como el de mayor riesgo de transmisión, ya que se produce el mayor intercambio de sangre entre madre e hijo. Durante la lactancia: al ser la leche materna un fluido infectante y una vía de transmisión comprobada, el contacto de este fluido con la boca y la garganta del niño implica riesgo de infección.
Los estudios realizados han demostrado que por lo menos 50% de las infecciones madre-hijo se dan muy cerca del parto y que la lactancia materna aumenta el riesgo en un 10% a 20%. En países en vía de desarrollo, con alto número de enfermedades infectocontagiosos, malas condiciones de higiene, educación y pobreza; se sigue promoviendo la lactancia materna, ya que son más los beneficios que los riesgos que produce el dar leche materna, aunque se recomienda que cada país, dependiendo de las condiciones y recursos existentes defina las acciones a seguir. |