Dentro de cinco días culmina el mandato de Mireya Moscoso, primera mujer en ocupar el solio presidencial en nuestro país. La administración Moscoso concluye su gestión con obras cumplidas y con otras por terminar en un país donde cada mandato es diferente al precedente debido a los infinitos detalles propios de cada uno.
La administración saliente ha concentrado sus esfuerzos en obras de carácter social, entre las cuales podemos mencionar acueductos rurales, centros de salud, muelles de pesca artesanal, construcción de caminos de penetración y otras labores. También se ha esforzado por rescatar al sector agropecuario afectado por los acuerdos establecidos por el anterior gobierno con la Organización Mundial de Comercio (OMC).
Además, la Presidenta Moscoso y su equipo de gobierno, lograron manejarse de manera aceptable con los organismos internacionales, aunque no se pudo hacer uso de ciertos fondos para la realización de grandes proyectos para el desarrollo del país.
Tal vez uno de los puntos negativos de la gestión Moscoso, Vallarino, Bazán ha sido la carencia de una eficiente oficina de relaciones públicas capaz de presentar su trabajo como un todo y no como un fraccionamiento de sus esfuerzos. El no conjugar una línea informativa permitió una percepción de distanciamiento y contradicciones entre las diferentes instituciones y el Órgano Ejecutivo.
En nuestro concepto, la media docena de escándalos divulgados por los medios de comunicación no pudo ser enfrentada de manera correcta por el gobierno y por esa razón quedaron flotando en los ambientes mediáticos.
Además, la ausencia de una política de divulgación impidió establecer contactos en varios niveles y las autoridades gubernamentales se mantuvieron distantes sin que recibieran orientación en este sentido.
Esta experiencia debe servir a los futuros gobiernos para hacer públicos todos sus proyectos y trabajos concluidos para que todos los panameños conozcan en qué se invierten sus impuestos y el presupuesto estatal.
Tal vez por la ausencia de una eficaz oficina de prensa, este gobierno cayó en contradicciones, para finalmente responsabilizar de ellas a los periodistas, obviando las reglas básicas de la democracia de no ignorar ni atacar a los comunicadores.
Sobre este punto es preciso reconocer que es un mal del partido Arnulfista que en la campaña por la presidencia no tuvo muchas especialidades con su equipo de prensa y más bien se pudo percibir una relación muy impersonal y fría.
Es importante destacar que durante una entrevista en un medio televisivo local, la Presidenta Moscoso habló sobre el futuro de su partido político, de las modificaciones de sus estatutos y la apertura democrática en sus elecciones internas. La mandataria saliente indicó que los negativos resultados electorales produjeron efectos negativos dentro de las filas del arnulfismo.
En lo sucesivo, cuando recordemos a la Dama de Pedasí, tendremos siempre una duda: si poner la amistad por encima de todo es una virtud o un defecto. La Doña se lleva muchas críticas no por sus actuaciones sino por la de sus amigos y amigas.