Como todos los años, para los meses de septiembre y octubre, la migración de indígenas de las adentradas montañas de la comarca Ngöbe Buglé hacia las áreas cafetaleras aumenta el riesgo de la aparición de casos de la malaria.
Pablo Acosta, epidemiólogo del Ministerio de Salud, indicó que lo que va del año para el distrito de David el monitoreo refleja 22 casos de malaria contra 30 que se dieron el año pasado para esta misma fecha.
Expresó que dentro de la provincia, la incidencia de casos se presentan en áreas muy cerca del cordón fronterizo, ya sean en los sectores como Cuervito, Progreso y Paso Canoa, además de Alanje. Apuntó que el riesgo que se experimenta en Chiriquí, es que se atienden muchas casos importados, o sea de personas que llegan de otras áreas como la comarca Ngöbe Buglé o regiones montañosas en donde la presencia del mosquito es permanente.