Traer comida de casa podría ahorrarnos hasta B/.12.00 por semana, B/.48.00 por mes e, inclusive, B/.576.00 al año si trabajamos seis días a la semana. A parte del beneficio económico, nos otorga un valor agregado indiscutible: salud. No hay nada mejor como saborear lo que nuestras esposas nos preparan o lo que viene hecho en casa, ya sea por mamá, la hermana mayor o por uno mismo.
Es un beneficio comer. ¡Qué sabroso es tener la barriga llena! nadie puede negar que en verdad se siente bien, pero ¿qué pasa cuando terminamos de chuparnos los dedos? Muchos se hacen de la vista gorda o se hacen los "chivos locos", se paran de las mesas donde comieron, toman agua, recogen sus envases (especiales para microondas) y se van a trabajar o a seguir el "bla, bla, bla".
Nadie se acuerda de limpiar el sitio utilizado para comer. Ese espacio donde se cayeron varios granos de arroz y algo de la sopa. En el interior de ciertas personas existe la ligera tesis que dice: "Aquí en esta empresa existen trabajadores que le pagan para limpiar lo que yo ensucio". ¡Qué vagos son..!
La mente del ser humano sufre de desnutrición evidente cuando exteriorizan comportamientos inapropiados que ni en el peor de los casos deben ser aplicados.
¿Qué cuesta tomar papel toalla o periódico para limpiar la mesa después de comer? No cuesta ni un minuto y ni un centavo.
Es cierto que existen empleados que se dedican al aseo. El trabajo de esta gente, muchos no lo reconocen, pero es tan importante que nadie se da cuenta que cuidan nuestro estado de salud. ¿Qué sería de nuestra vida sin ellos?
Este problema existe en el sector privado y público. No es nuevo, por ello apelamos a que todos ayudemos a tener un espacio para comer sin cucarachas.