Venga a Panamá y cometa los delitos que quiera, porque después la pasará 'suavecito' en la cárcel", puede decirle un aviso en los periódicos a la maleantería mundial.
Y todo será verdad. Resulta que el treinta de julio pasado fue sancionada la ley que reorganiza el sistema penitenciario panameño (Ley 55, del 30 de julio del 2003).
Claro que hay que mejorar nuestro sistema penitenciario, pero la nueva ley tiene el llamado permiso laboral que a varios no les ha caído bien.
Eso significa que un detenido puede conseguir permiso para salir de su celda a un trabajo.
La intención de este permiso es "resocializar al detenido y permitir su reinserción gradual en la comunidad, con el fin de que sea un sujeto productivo", como indica una noticia.
A simple vista la idea parece muy buena... Sin embargo, hay que tener en cuenta que quien haya sido condenado por un delito, debe cumplir su pena para quedar a paz y salvo con la sociedad.
Si a fulano de tal, le dieron cinco años de prisión, eso no creo que signifique que luego de dos años y meses, pueda pasarse por las calles de Panamá disfrutando de un "permiso laboral".
Algunos funcionarios judiciales piensan que esos permisos están violando el significado de las penas impuestas a los maleantes.
Yo pienso que hay algo de razón en este planteamiento. Cinco años de cárcel para cualquiera con dos dedos de frente, significan estar metido en una celda cinco años.
Así que para uno que no sea experto, esos permisos laborales no son idénticos a una pena de cárcel.
Cuando se va a trabajar muy bien puede el reo hacer otras actividades. Por ejemplo, darse su trago, armar una pequeña fiesta con sus amigotes, o seguir en la maleantería.
(Por allí se habló de uno de estos privilegiados que estaban en la calle cuando mataron a una persona. Incluso se acusó al "detenido" de haber hecho ese "trabajito extra", tal vez para no perder la habilidad de violar la ley, incluso parar matar a otro cristiano).
Pero hay otros panameños que no son tan complicados en sus análisis. Una panameña tuvo la agudeza de decirme: "No hay trabajo para los buenos, menos habrá para los maleantes".
A lo mejor esos privilegiados del "permiso laboral" tengan la "palanca" del servicio de Corrección, para conseguir un empleo que es ahora algo difícil para el panameño honesto, que no ha cometido delito alguno. |