Lo consiguió todo como jugador y piloto y también lo dio al completo por el deporte del béisbol de las Grandes Ligas que con la retirada de Lou Piniella se quedo sin uno de sus personajes más representativos y carismáticos.
Después de 22 temporadas como piloto y a sus 66 años, Piniella tuvo que dar un adiós anticipado a su carrera porque su carácter y personalidad de hombre de principios le dijo que ahora tenía que estar al lado de su familia, donde le necesitaban a tiempo completo.
Por esa razón, con lágrimas en los ojos y lleno de emoción, tuvo que despedirse del mundo profesional del béisbol que hasta ahora había sido su propia vida.
Pero la enfermedad de su madre y la necesidad de estar a su lado era más importante en este momento que cualquier otra realidad personal o profesional.
"Mi madre me necesita en casa. No ha mejorado nada desde que estoy aquí. Ha tenido algunas otras complicaciones y en vez de estar viajando a casa y regresar, creo que no es justo ni para el equipo ni para los jugadores. Por ello, pienso que lo mejor será dejar el cargo e irme a casa para cuidar a mi madre", manifestó Piniella en su comunicado oficial.
Luego llegó el momento de salir por última vez al Wrigley Field y ahí si que Piniella, el profesional duro que siempre supo imponerse a cualquier tipo de situación, esta vez sucumbió a las emociones y lloró con sentimiento por el adiós y la manera como tuvo que decirlo.
"Cuando anuncié mis intenciones de retirarme al final de temporada, una de las razones principales para mi decisión era pasar más tiempo con mi familia", había dicho Piniella en el comunicado oficial. "Desafortunadamente ese momento ha llegado más rápido de lo que yo esperaba".