El secretario general, Kofi Annan, manifestó que desconoce si los autores del atentado contaron con la ayuda de los agentes de seguridad iraquíes que vigilaban las dependencias de la ONU en Bagdad, que fueron atacadas el pasado martes.
"La investigación del atentado está en una fase inicial. No he recibido ningún reporte preliminar de la investigación que se está llevando a cabo, por lo que no puedo comentar sobre el tema", señaló a los periodistas el secretario general.
El diario "The New York Times" informaba que agentes de la seguridad que trabajaban en el interior de la sede de la ONU en Bagdad, ubicado en el hotel Canal, ofrecieron información a los responsables del atentado perpetrado el martes, en el que murieron al menos 24 personas, según ha señalado una fuente de Naciones Unidas.
Los investigadores estadounidenses, según publica el rotativo, están analizando esa posibilidad, debido a que todos los guardias que custodiaban el edificio eran agentes de los servicios secretos iraquíes.
Estos agentes de seguridad trabajaban anteriormente en el hotel Canal, que ha sido la sede de la ONU desde 1991 tras la primera Guerra del Golfo, y las Naciones Unidas los mantuvo en sus puestos cuando regresaron a Irak después de la ocupación militar.
El secretario general de la ONU, Kofi Annan, volvió a reiterar que la seguridad de la ONU y de otras organizaciones no gubernamentales depende de las fuerzas de la coalición, EEUU y Gran Bretaña.
Admitió que la ONU está trabajando con la Autoridad de la Coalición para mejorar la protección de sus empleados en Bagdad.
EMOTIVA DESPEDIDA
Entretanto, el administrador estadounidense en Irak, L. Paul Bremer, se emocionó el viernes en una ceremonia realizada antes del traslado de los restos mortales del principal representante de las Naciones Unidas en Irak, depositados en un avión de la fuerza aérea brasileña con destino de Ginebra.
Sergio Vieira de Mello, el principal funcionario de la ONU en Irak, murió el martes en una explosión causada por un atacante suicida con un camión que embistió contra la sede de las Naciones Unidas en Bagdad, dejando por lo menos 23 muertos y más de un centenar de heridos.
El féretro de Vieira de Mello, envuelto en la bandera de las Naciones Unidas, fue cargado a hombres hasta el avión. |