CONSULTORIO MEDICO La enfermedad de la garrapata es difícil de diagnosticar

Dr. Hiller
ESTIMADO DR. HILLER: Hace poco estuvimos en New Jersey visitando a mis suegros, por la tarde después de haber vuelto de una excursión me di cuenta que tenía una garrapata en la pierna e inmediatamente me la quité. Mi mujer se quedó preocupada por si yo había contraído la enfermedad de Lyme. Consultamos a un médico, el cual nos sugirió que esperásemos a ver lo que ocurría. ¿Tiene sentido retrasar el tratamiento o voy al médico y le insisto para que sea prescrito un tratamiento contra la enfermedad de Lyme? ESTIMADO LECTOR: La enfermedad de Lyme es una infección bacteriana transmitida por la garrapata que tiene una infinidad de manifestaciones, algunas de las cuales pueden llegar a ser graves y casi permanentes. Quitarse la garrapata en cuanto se advierta su presencia reduce significativamente la posibilidad de contraer la enfermedad de Lyme. Incluso en las zonas donde la enfermedad de Lyme es bastante común, no hay suficientes evidencias médicas que garanticen que el simple tratamiento rutinario basándose únicamente en lo que se conoce sobre la picadura de la garrapata baste parar curar la enfermedad, por eso los médicos recomiendan demorar el tratamiento hasta que sea el momento oportuno. Sin embargo si usted empieza a desarrollar síntomas como si padeciese gripe y/o un inusual sarpullido en la zona de la picadura, debe acudir en el acto a un médico. La dificultad de diagnosticar esta enfermedad conlleva el riesgo de una sobrediagnosis o de una diagnosis insuficiente. Si no se diagnostica correctamente en un primer momento se retrasa el tratamiento, dando tiempo a que se desarrollen los síntomas y las complicaciones más peligrosas. De otro lado, si no hay evidencias suficientes y se diagnostica una enfermedad de Lyme y se prescribe el oportuno tratamiento, los pacientes quizá padezcan molestias derivadas de la medicación innecesaria basada en antibióticos y del error de apreciación sobre la verdadera causa subyacente de los síntomas. La enfermedad de Lyme recibe ese nombre por la ciudad homónima de Connecticut donde se dieron los primeros casos que fueron identificados a mediados de los años '70. A pesar de que se han dado casos de esta enfermedad en 48 Estados, casi el 90% de los casos se limitan al ámbito geográfico de Connecticut, Maryland y Wisconsin. La enfermedad de Lyme debe su origen a una bacteria llamada Borrelia burgdorferi que puede ser transmitida a los humanos por ciertas especies de garrapatas del género Ixodes. Las garrapatas ingieren la bacteria cuando se alimentan de la sangre de algún animal infectado, normalmente una rata o un ciervo. Entonces la bacteria se instala dentro de la garrapata y puede ser transmitida a un nuevo huésped durante el siguiente proceso de alimentación. La garapata Ixodes quizá permanezca en su nuevo huésped durante varios días mientras se alimenta, y la posibilidad de que la garrapata infectada pueda transmitir la bacteria aumenta a medida que es mayor el tiempo de permanencia. Si se logra extraer la garrapta dentro de las primeras 24 horas, es altamente improbable que la transmisión bacteriana pueda haber ocurrido. Las garrapatas que transmiten en la mayor parte de los casos, la infección a los humanos son las que están en estado adolescentes, las llamadas "ninfas". Las ninfas surgen en la primaveray etán presentes en la naturaleza justo cuando la gente suele dedicar más tiempo a sus actividades al aire libre. Sólo el 30% de los pacientes con enfermedad de Lyme se dan cuenta de que han sido mordidos por una garrapata, probablemente porque las ninfas Ixodes no son más grandes que la cabeza de un alfiler y por tanto son difícilmente detectables. En los primeros 30 días de la infección, de un 50 a un 80% de los pacientes con la enfermedad de Lyme desarrollan un sarpullido característico llamado eritema migrans (EM), el cual comienza a expandirse rápidamente desde el lugar de la picadura hasta alcanzar un diámetro de 9,2 cm., a 23 cm. El sarpullido normalmente desaparece en un período de tiempo que oscila entre las dos o cuatro semanas. En casi un tercio de los casos, el centro del sarpullido se aclarará, produciendo la apariencia del llamado "ojo del toro". Inmediatamente después de la infección, los pacientes quizás sientan vagamente los síntomas típicos de la gripe tales como fatiga, malestar general, fiebre y escalofríos. Con el tiempo, una gran variedad de síntomas puede que aparezcan más adelante, como pueden ser: artritis intermitente o crónica, parálisis facial, entumecimiento o dolor en los pies y en las manos, latidos irregulares y pérdidas de memoria y de concentración. En algunos enfermos, los más graves, estos síntomas pueden aparecer a la primera señal de la enfermedad de Lyme. Cuando un sarpullido del tipo EM no se ha desarrollado, diagnosticar una enfermedad de Lyme puede ser engañoso, puesto que casi todas las señales y síntomas son muy parecidos a las de otras enfermedades. Para llegar a una diagnosis definitiva a veces se necesita la práctica de otros medios indirectos, tales como la estimación del riesgo, el conocimiento de la enfermedad de Lyme y de su historia natural y manifestaciones orgánicas y el estudio del historial clínico del paciente. Los análisis de sangre puede que ayuden en cierto grado a diagnoasticar la enfermedad. Confiar en los análisis de sangre no es recomendable a menos que haya razones objetivas para sospechar que efectivamente estamos ante un caso de enfermedad de Lyme. La enfermedad de Lyme se trata con antibióticos. Dependiendo de la gravedad de la misma, pueden ser unas veces orales y otras intravenosas, hay que tomarlos durante un período de tiemo que oscila entre las dos y las ocho semanas. Existen muchas posibilidades de que el tratamientomediante antibióticos sea un éxito, aunque algunas veces los síntomas puede que permanezcan tras el tratamiento. Excepcionalmente, los síntomas que persisten pueden ser el resultado de un tratamiento inadecuado y quizás desaparezcan con más antibióticos. En otros casos, los síntomas permanecen incluso cuando la infección no ha durado mucho. En estas situaciones, los antibióticos adicionales no son de gran ayuda, pero los síntomas a veces desaparecen gradualmente al cabo de un período de meses o incluso años. Desafortunadamente, en algunos casos, tales como deterioro físico en las articulaciones, las complicaciones de la enfermedad de Lyme pueden ser permanentes. Para disminuir el riesgo de contraer la enfermedad de Lyme, usted debe, lógicamente, adoptar todo tipo de precauciones para evitar las picaduras de garrapatas. Procure no perderse y evite las áreas de vegetación tupida, vista pantalones largos enfundados hasta los calcetine, use insecticidas y repelentes de gran potencia e inspeccione su cuerpo tras una excursión a fin de localizar posibles garrapatas. Si una garrapata le pica, debe quitársela inmediatamente. Utilice pinzas o tenazas para extraer la garrapata de la piel y sáquela lentamente y sin partirla. Puede que sea difícil pero lo mejor es sacarse la garrapata entera. En la actualidad hay vacunas disponibles que sirven para prevenir la enfermedad de Lyme. La marca Smith Beecham ha comercializado la vacuna OspA, la cual se vende bajo la denominación comercial de LYMErix. La vacuna OspA se inyecta al paciente. En caso de mordedura de garrapata a una persona vacunada, la OspA es ingerida por la garrapta destruyendo la bacteria infecciosa antes de que se aloje en nuevo cuerpo. La comisión de la Administración de Fármacos y Alimentos (FDA) que autorizó la vacuna evaluó los resultados de una prueba doblemente ciega con placebo, que contó con la participación de casi 11.000 personas. La investigación, dirigida por el Dr. Allen Steere, profesor de inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Tufts, en Boston, reveló que una tanda de tres inyecciones administradas durante un período superior a un año eran efectivas en un 78% de los casos a la hora de prevenir la transmisión de la enfermedad e Lyme. El entusiasmo de la comisión de la FDA se atemperó, sin embargo, con el seguimiento de los datos sobre la efectividad de la vacuna a largo plazo y la necesidad de incrementar el númoero de vacunaciones. Aunque las vacunas no son eficaces al 100%, proporcionan cierta protección, especialmente en aquellas personas que están en una situación de alto riesgo de contraer la enfermedad de Lyme. Aunque las personas más vulnerables deberán tomar otras precauciones.
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Aunque las vacunas no son eficaces al 100%, proporcionan cierta protección, especialmente en aquellas personas que están en una situación de alto riesgo de contraer la enfermedad de Lyme. Aunque las personas más vulnerables deberán tomar otras precauciones.
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