Singular castigo con "ley Maya" a dos delincuentes indígenas

Guatemala
ACAN-EFE
Dos indígenas guatemaltecos fueron azotados en aplicación de "la ley maya" luego de que líderes de cinco comunidades del departamento de Quiché los juzgaron y encontraron culpables por el delito de robo. Este singular castigo contrasta con los linchamientos que se han registrado en Guatemala, sobre todo en poblaciones indígenas, de presuntos delincuentes. Según la Oficina de Relaciones Informativas y Sociales (ORIS), de la Policía Nacional Civil (PNC), el hecho se realizó el pasado jueves en Quiché, en el noreste del país, donde la víspera habían sido detenidos los dos supuestos ladrones, cuya etnia no se especificó. Los indígenas juzgados por la "ley maya" o "derecho consuetudinario" fueron los hermanos Antonio y Francisco Quino Chingo, de 18 y 22 años de edad, según el informe oficial. El proceso fue observado por la PNC, delegados del Ministerio Público, de la Procuraduría de Derechos Humanos y de la Defensoría Maya, entre otros. Los hermanos Quino fueron presentados a los habitantes de la comunidades durante el juicio, que duró dos horas, y tras pedir perdón por sus actos, aceptaron el castigo: 25 azotes cada uno. Luego fueron rapados y bajo la condición de que ya no vuelvan a delinquir, quedaron en libertad para que se reincorporaran a los trabajos en su comunidad. Un dirigente de la Defensoría Maya, Ricardo Suluguí, explicó a ACAN-EFE que la aplicación de la "ley maya" es una costumbre que existe en las etnias guatemaltecas, pero que no está reconocida legalmente por el Estado. "El derecho consuetudinario siempre ha existido desde nuestros antepasados y el castigo depende de la gravedad del delito y del criterio de los líderes comunitarios", agregó. Suluguí dijo que como en el derecho maya no existe cárcel, las personas que cometen algún delito reciben una sanción moral y equilibrada, y entre ellas se incluyen los azotes si el delito no es grave. No obstante, apuntó que cuando algún miembro de las comunidad étnica (hay 23 en Guatemala) comete algún asesinato, el castigo que reciben es mantener a la viuda y a sus hijos hasta que estos cumplan unos 14 años y también deben realizar un trabajo comunitario por un periodo de entre 5 y 8 años. Mientras, Pedro González, del centro de Comunidades Etnicas Runujel Junam (CERJ), explicó a ACAN-EFE que cada etnia tiene su forma de aplicar la "ley maya", pero coincidió en que por lo regular, el castigo siempre son los azotes. Recordó que hace dos años se registró un caso similar en otra comunidad de Quiché, cuando un indígena fue capturado y juzgado por robo con el "derecho consuetudinario". Durante el cabildo abierto, que presidió el alcalde y los líderes comunitarios, el delincuente fue sentenciado a recibir varios azotes y luego quedó en libertad, dijo. González anotó que el primero en azotar al ladrón, es su padre, en señal de que ese no es el ejemplo que le ha dado y luego siguen otros miembros de la comunidad en la que ha cometido las acciones al margen de la ley. El dirigente coincidió que en las etnias mayas siempre ha estado el "derecho consuetudinario", pero también apuntó que no está legalmente reconocido por las leyes del Estado. No obstante, señaló que los Acuerdos de Paz, firmados en diciembre de 1996 entre el Gobierno y la guerrilla, con los que pusieron fin a 36 años de conflicto armado interno, sí reconocen este derecho y el respeto a las costumbres y tradiciones de los mayas, que son más del 60 por ciento de los 11,5 millones de habitantes que tiene ese país centroamericano. Desde la firma de la paz, según la Misión de las Naciones Unidas para Guatemala (MINUGUA), que verifica el cumplimiento de los tratados, se han registrado 302 casos de linchamientos de presuntos delincuentes.
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