FAMILIA
NI DE COAGULOS SANGUINEOS Píldoras no aumentan riesgos de trombosis

PARIS
AFP
Las píldoras anticonceptivas más recientes, llamadas de "tercera generación", no aumentan los riesgos de formación de coágulos sanguíneos peligrosos ni de trombosis, contrariamente a lo que se afirmó precedentemente, según un estudio británico publicado en el British Medical Journal fechado el 26 de agosto. En octubre de 1995, el Comité de Seguridad de Medicamentos de Gran Bretaña advirtió, basándose en estudios aún no publicados en la época, que esas píldoras contenían una combinación de hormonas que multiplicaban por dos el riesgo de formación de coágulos venosos con respecto a las píldoras anticonceptivas anteriores. La utilización de estas píldoras anticonceptivas de tercera generación se redujo de 53% a 14% en Gran Bretaña entre las mujeres de entre 15 y 49 años entre los periodos de enero de 1993 a octubre de 1995 y de noviembre de 1995 a diciembre de 1998, señalan los autores de esta investigación. Pero esa reducción drástica de la utilización de dicho anticonceptivo no produjo ninguna reducción de los accidentes trombo-embólicos, agregan. En 1999, las autoridades sanitarias se esforzaron en tranquilizar a las mujeres respecto a la seguridad de esas píldoras. En la ocasión, recordaron que un embarazo conlleva más riesgos de accidentes trombo-embólicos que la utilización de píldoras anticonceptivas. Después de los anuncios alarmistas de 1995, miles de mujeres abandonaron este método anticonceptivo. Según la Oficina Nacional de Estadísticas británica (ONS), 179.700 abortos se realizaron en Inglaterra y el País de Gales en 1997, cifra a comparar con los 177.500 de 1996 y los 163.600 de 1995. Durante los cinco años anteriores a 1995, el número de abortos había disminuido en el país. Los accidente trombo-embólicos venosos se deben a la formación de coágulos que obstruyen las venas profundas de las piernas o de la pelvis (trombosis). En las formas más graves, el coágulo pude pasar a la circulación sanguínea (embolia) de los pulmones y ser fatal. El estudio publicado por el periódico británico utilizó una base de datos nacionales de Gran Bretaña y analizó las informaciones provistas regularmente por 340 médicos generalistas desde 1993 hasta 1998.
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