La selección alemana, bajo la dirección del nuevo entrenador Jürgen Klinsmann, inició en Viena la prometida "nueva era" con un contundente 3-1 contra Austria, cuya federación de fútbol celebró con este clásico el centenario de su fundación.
El hombre de la noche fue sin duda el delantero Kevin Kuranyi, quien marcó los tres goles. Los visitantes, liderados por su nuevo capitán Michael Ballak y por el joven Philipp Lahm, de tan sólo 20 años, fueron demasiado para una Austria, que intentó.
|