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El cuerpo del maestro José Aparicio Domínguez, de 26 años, quien murió el 14 de agosto, fue llevado desde su casa en la barriada Jesús Nazareno, hasta la Iglesia Catedral de Santiago, donde se realizaron los actos religiosos para despedir al docente.
"El maestro José", como lo llamaban, murió en cumplimiento de su apostolado.
A su sepelio asistieron además de la familia, amigos y compañeros de trabajo, así como máximas autoridades de la Escuela Normal Juan Demóstenes Arosemena, donde se graduó.
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