Los dueños del Club de Yates y Pesca, que opera frente a la Bahía de Panamá, tienen dos alternativas: la primera es pagar las nuevas tarifas de arrendamiento por uso de fondo marino y valor comercial de la tierra y la segunda es mudarse para al área de Diablo o al Oeste del Canal, donde funcionaba el antiguo ferri debajo del Puente de las Américas.
El ministro de Economía, Alberto Vallarino, anunció ayer que el Gobierno ya puso sobre la mesas los puntos de negociaciones que tienen que acatar los dueños de las instalaciones de la marina del Club de Yates y Pesca.
Afirmó que mientras los concesionarios paguen los nuevos arrendamientos pueden seguir ocupando las instalaciones frente a la Avenida Balboa, pero con la prohibición de construir hangares.
Vallarino señaló que todo lo negociado con ministros anteriores deja de tener validez, porque la política del actual Gobierno es "ley igual para todos".
El funcionario manifestó que el Gobierno está en la mesa de negociación de "buena fe", pero no tolerará que los concesionarios del Yates y Pesca usen un "tonito" desagradable de advertencia de que el Gobierno pone en peligro el sostenimiento de unas 500 plazas de empleo.
"Queremos cobrar lo justo por las concesiones, y parte de ello es que se paguen los valores de mercados de la tierra, por rellenos y su fondo marino", aseguró.