Ocho féretros, ocho historias, una misma tragedia, las de las víctimas del accidente de Pacora, que ayer, lunes, en distintos actos religiosos fueron despedidas por un gran número de personas.
A las 11:00 de la mañana, en la Iglesia Evangélica Maranatha, del Sector 3 de Cabuya, en Tocumen, una calle de honor esperaba la llegada del cuerpo sin vida de José Nicolás Cruz, el que tenía algunos minutos de retraso debido a un tranque en el Corredor Sur.
Cruz, quien se ganaba la vida vendiendo legumbres, pereció la noche fatal del 13 de agosto, dentro del bus 8RI-7784 de Las Garzas-La Doña. En el templo, sus familiares, amigos y hermanos en la fe lo despidieron con cánticos, oraciones y recuerdos de lo que fue la vida de ese hombre cuya mejor forma de alabar a Dios era por medio de la mejorana y la saloma.
Unos kilómetros más allá, en el mismo corazón de Las Garzas, en el corregimiento de Pacora, la Iglesia Nuestra Señora de Guadalupe fue el escenario del sepelio múltiple de cinco víctimas del viaje mortal a las 2: 00 de la tarde de ayer.
Cientos de personas llenaron el templo para darles el último adiós al colombiano Daniel Mosquera; al menor de 16 años, Francisco Rodríguez; al conductor del bus, Euclides Javier Vergara, y a sus hijos Yariela y Rolando Vergara.
El dolor desgarrador no pudo ser más evidente. Los gritos, desmayos y las lágrimas eran la forma más visible de exteriorizar al mundo que con esa tragedia se fue también una parte de ellos.
En la homilía presidida por el Obispo Auxiliar de Panamá, José Domingo Ulloa, se hizo un dramático llamado a los conductores del país para que manejen con responsabilidad y al gobierno para que tome medidas más severas con los infractores.
A esa misma hora, pero en la Iglesia Adventista de la comunidad, Marcelino Rodríguez, el indígena que expuso su vida por salvar la de su hijo de igual nombre, fue despedido junto a Juan José Castillero, otro morador del área.
A los sepelios asistieron el ministro de Desarrollo Social, Guillermo Ferrufino; el director del FIS, Giacomo Tamburelli, y la ex primera Dama, Vivian de Torrijos, entre otros.
Los cuerpos fueron sepultados en los campos santos de Milla 8, Utivé, Juan Díaz y Chepo.