La Ministra de Educación, Lucinda Molinar, tramitó ante el Registro Civil una solicitud para cambiarse el nombre oficialmente a Lucy Molinar.
La Ministra logró borrar de su cédula el nombre Lucinda, con el que la registraron sus padres biológicos. El trámite le costó 14 dólares.
Por ahí mismo, se apersonó a la Procuraduría General de la Nación para presentar cinco denuncias penales contra la anterior administración del MEDUCA por delito contra la administración pública, asegurando que otorgó contrataciones directas sin el refrendo de la Contraloría.