Al presentar este pasaje escrito, sólo pienso en Dios Hijo y no en el comentario crítico de algunas personas. Siento que por falta de espacio resulte imposible incluir aquí todo cuanto sobre tan interesante tema reposa en mi mente.
Habla el Prelado Justine Cornejo: "Ven Espíritu Santo, llena los corazones de todos los fieles congregados a ti y enciende en ellos y en mí la llamarada de tu profundo amor. ¡Oh!Dios, que con la luz del Espíritu Santo ilumina los corazones de tus abnegados fieles, concédeles que guiados por el mismo espíritu disfruten de lo que es recto y gocen con tu consuelo celestial. "Oh Dios, Espíritu Santo, tu nos hablas en la Sagrada Escritura la revelación divina". Ilumina mi entendimiento y llena mi corazón para comprender tu verdad y amarte con más fervor y servirte con mayor fidelidad. Señor, te doy gracias por tu Palabra Divina. Haz que sea siempre luz y guía para marchar hacia ti en todos los senderos de mi vida y de mis hermanos. Dame la gracia de conservarlos con corazón sincero como lo hizo su madre María, y permíteme dar fruto en la práctica constante de tus mandamientos. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amén.
Padre Cornejo, distinguido natural del encantador paraíso coclesano: Pocrí de Aguadulce. Suelo de valientes cristianos radicales en su vida, de oración y entrega. Su único objetivo la proclamación del señorío de Dios con nuestro diario testimonio en el lugar donde se encuentren.
Gran regocijo se notó en la Parroquia Virgen de Guadalupe, cuando el P. Justino Cornejo sorprendió a la masa dormida con el tema: Los hermanos. Su brillante y sencilla personalidad se manifestó enérgicamente por la clara exposición del Evangelio de Cristo; exposición correcta, precisa, interesante y satisfactoria.
El Papa Pablo VI manifestó en una ocasión, que "todo cristiano debe ser mariano". El encantador salmista llenó el vientre, las entrañas, la mente y el corazón con la palabra. De usted se esperan muchas ideas educativas religiosas. Premio al activo divulgador de la Biblia. Fe y poder para lograr la santidad.