Fósiles encontrados en las Montañas Rocosas de Colorado, mostraron señales de hojas de rosas.
Ellas constituyen, probablemente, el registro más antiguo de la presencia de esta flor en nuestro planeta.
Se remonta, aproximadamente, a la era del Paleolítico, de 35 a 32 millones de años atrás, cuando el homo sapiens todavía se encontraba rumiando en el mundo salvaje.
La rosa, aparentemente originaria del Asia, surge por primera vez, alrededor del año 3000 A.C., como se puede apreciar en documentos asiáticos, donde aparece bajo la forma de motivos artísticos. Se piensa que fue introducida en Europa algún tiempo después.
En el año 800 A.C., Homero le cantó al "perfume de las rosas" y a los "dedos de rosa" en su obra, pero la flor, en sí misma, no fue mencionada, en ningún momento.
Se cree que el fragante aceite de la rosa (aceite esencial de rosas) fue llevado a Europa en primer lugar, y su seductor aroma, finalmente, abrió el camino para que se iniciara el cultivo de la planta como tal.
