CUARTILLAS
Receso

Milciades
A. Ortiz Jr.
Colaborador
Los eruditos lo llaman "receso académico", pero la gente lo considera vacaciones de medio año. Fueron dos semanas sin clases en la Universidad, que aproveché para hacer diversas actividades. Como suele ocurrir, me faltaron días para realizar visitas a poblados y cerros de mi predilección. Por lo visto dos semanas son pocas, sobre todo si en medio aparece la gripe a molestarnos la paciencia. Una de estas actividades poco comunes fue asistir a la exhibición de una muestra de pintura de la China democrática, Taiwán, en la Galería del INAC, en lo que en el siglo pasado fueron las celdas del cuartel del ejército colombiano, en Las Bóvedas. Los artistas Chou Cheng, Chiang Ming Shuyan, Wang Nan-hsiung y otros pintores del momento, mostraron sus cuadros, donde prevalecían paisajes del campo de Formosa. Algunas veces pensé que se trataban de parajes de Cerro Campana, El Valle de Antón o Cerro Punta, por lo parecido con nuestras tierras. Comprendo que Marco Chan y otros funcionarios chinos de su embajada estuvieran contentos, con la selecta concurrencia que asistió a esta actividad cultural. Al inaugurar la exposición, el director del INAC, Dr. Jorge Delgado, nos invitó a admirar también la obra de la panameña Georgina Linares, quien trabaja con maestría el cuero y la gamuza. Seguí el consejo del director del INAC y apreció la obra de nuestra artista, que estaba en las paredes de la nueva sede de esta institución, donde antes funcionó el Palacio de Justicia, en la Plaza de Francia. Y no pude resistir la tentación de reencontrarme con mi pasado... Resulta que en el segundo piso de ese edificio está el lugar donde en los años cincuenta y sesenta trabajé cinco años. Fue mi primer empleo de Oficial Mayor del Juzgado Cuarto, Ramo Penal. Esto influyó mucho en los años que siguieron en toda mi actividad periodística y de profesor. Pues bien: allí estaba el lugar, convertido ahora en improvisada oficina de Carrera Administrativa. Aunque tumbaron la mampara que separaba la oficina del Juez Rubén D. Conte (q.e.p.d.), el piso es el mismo, y las ventanas se parecen mucho a las que veía a mis dieciocho años. Me asomé por un balconcito y miré hacia el paseo de Las Bóvedas. Y allí habían parejitas de novios en pleno "romanceo", lo mismo que ocurría a comienzos de los años sesenta. Con razón dicen que nada cambia realmente... Salí lleno de recuerdos y caminé por el pasillo de todo el piso segundo. Y confieso que por un instante me pareció que me iba por el "túnel del tiempo" y veía a los amigos y conocidos que hice en ese sitio, muchos de los cuales ya fallecieron. Sentí que se me apretaba el corazón; me faltó aire en los pulmones y casi sale una lágrima de mis ojos ante esos recuerdos. Rápidamente salí del lugar, con la cabeza baja, para que nadie viera la emoción que me embargaba. Otras actividades que hice en ese receso fue leer. Debo señalar el esfuerzo histórico que ha hecho Max Salabarría Patiño, de Colón, quien publicó el folleto "Columnas y Columnistas panameños, 1924-1975. Allí aparece la columna "Mirando la Pantalla", que publiqué por varios meses en el Diario El Día, después que dejé la secundaria. En esa columna comentaba y criticaba las películas de estrenos. La columna no pudo seguir ya que los dueños de salas de cine se quejaron porque criticaba muy fuerte. En el periódico me "sugirieron" que "suavizara" mis análisis, y yo preferí dejar de escribir, antes de que fuera manipulada mi manera de pensar. Los estudiantes de periodismo debería leer la obra de Salabarría Patiño y lo exhorto a continuar con estos esfuerzos de investigación histórica. También comencé a leer el "Manual del Perfecto Idiota Latinoamericano", obra que debí ver hace tiempo. Se lo recomiendo a muchos políticos panameños.
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