Un total de 38 menores fueron sorprendidos en las calles durante la semana del 3 al 9 de agosto por las unidades de la Policía Nacional. De esa cantidad, 30 de estos menores estaban después de la hora establecida mediante la resolución de toque de queda emitida por la gobernación de la provincia de Colón, a cargo del gobernador Pedro Ríos.
Mientra que 8 menores fueron aprehendidos durante operativos de profilaxis social ya que deambulaban en actitud sospechosa y fueron retenidos para ser investigados.
Llama la atención que los fines de semana es diferente a los días de clases, que es cuando se supone que los padres están en casa. En este caso las aprehensiones se incrementan, sólo el sábad, 17 jovencitos de ambos sexos provenientes de diferentes áreas de la provincia fueron aprehendidos.
Los padres o tutores de los jóvenes sorprendidos infringiendo la resolución y tuvieron que pagar una multa de 50 balboas, pero en caso de reincidir la multa aumentará a 100 balboas.
Solo están excluidos de esta disposición los menores trabajadores y los que cursan estudios nocturnos quienes deben portar su respectiva identificación.
El gobernador de Colón, Pedro Ríos, afirma que su deber es velar por la conservación del orden público, por lo tanto, agotará todas las medidas necesarias para garantizar la paz de los ciudadanos.
Informó que el toque de queda continuará hasta que el Ministerio de Gobierno y Justicia alcance los objetivos propuestos como el de reducir la participación de menores de edad en hechos delictivos.
La primera autoridad provincial dice que en este esfuerzo participan las autoridades locales, policía, policía de menores, corregidores, e inclusive se coordina con las autoridades judiciales, a fin de no dejar cabo sueltos en esta meta de prevención del delito y la violencia.
Recientemente, el Gobernador se reunió con los fiscales de la provincia para coordinar acciones de seguridad.